Una ciudadana rusa falleció ayer al recibir el impacto de una tabla de windsurf en la playa de Cueva Laya, en el municipio de Santa Lucía. La víctima, Emilia I., tenía 32 años y residía en el barrio de Balos, en Santa Lucía. Ayer, se encontraba con su pareja en Bahía de Formas cuando fue degollada al recibir un fuerte golpe en el cuello con una quilla que le cercenó la cabeza. El windsurfista implicado es de nacionalidad suiza y fue atendido por una crisis de ansiedad. La investigación de la policía judicial de la Guardia Civil apunta al accidente fortuito, por lo que no se le imputa ningún delito ni ha sido detenido.

La muerte se produjo a las 14.45 horas de la tarde de ayer, según fuentes del 112 y la Concejalía de Seguridad del Ayuntamiento de Santa Lucía. La investigación realizada recoge que la víctima se hallaba a unos 15 metros de la orilla, con unos gafas y un tubo de buceo, ya que buscaba marisco junto a su novio, un joven grancanario. Ninguno de los dos llevaba una baliza para señalar su ubicación.

Nieves García, concejala de Seguridad, explicó que la pesca submarina es una práctica prohibida al tratarse de una zona habilitada para el windsurf, el uso de motos de agua y el tránsito de embarcaciones. Por la distancia a la costa, se cree que la fallecida podría haber entrado por error en el campo de regatas de los windsurfistas. Pero se trata de una zona que no está delimitada con boyas en el mar aunque cuenta con carteles en la orilla.

Por el contrario, varios testigos aseguraron que Emilia I. se hallaba a pocos metros de la orilla y que advirtió de su presencia al windsurfista en dos ocasiones con fuertes aspavientos al sentirse en peligro. El agua, según apuntan estos, le cubría la cintura cuando recibió el impacto de la tabla. Estos usuarios de la playa se quejaron de que los deportistas invaden habitualmente la zona reservada a los bañistas.

El windsurfista implicado, de 41 años, se encuentra en la Isla junto a un grupo de profesionales de la modalidad de velocidad para probar nuevas tablas y materiales. Su intención era la de participar en la prueba del Campeonato del Mundo que se celebra en Fuerteventura entre el 24 de julio y el 8 de agosto. Se trata de un profesional y, por lo tanto, perfecto conocedor del equipo que manejaba y las condiciones del agua. Este se encontraba realizando un entrenamiento de velocidad en una zona que reúne condiciones para ello. El fuerte viento y la barrera del muelle de Arinaga evitan la formación de olas y ofrece un campo de regatas idóneo para esta modalidad en el que habitualmente trabajan varias escuelas de windsurf.

Este deportista fue el primero en socorrer a la víctima tras el impacto. Un bañista de la playa y un segundo deportista, que se encontraba cerca del incidente, ayudaron a sacar el cuerpo del mar. Los testigos coinciden al señalar que la víctima falleció en el momento del golpe. Estos apuntan a que la cabeza se encontraba prácticamente cercenada por los cortes producidos en el cuello. El personal del Servicio de Urgencias Canario (SUC) se trasladó a la zona al recibir la alerta. Una vez en el lugar del accidente, solo pudo confirmar la muerte de la ciudadana rusa como consecuencia de una herida mortal.

En la playa de Cueva Laya se personaron agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil. Estos se hicieron cargo del cuerpo hasta la llegada de la autoridad judicial y sobre las 16.45 horas fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Las Palmas. El windsurfista suizo, que se aloja en Bahía Feliz, tuvo que ser atendido en el centro de salud de El Doctoral al sufrir una crisis nerviosa. Posteriormente, permaneció el resto de la tarde sedado. Nieves García corroboró que no se le ha imputado ningún delito. "Se trata de un accidente que es el colmo de la mala suerte y que lamentamos profundamente", explicó antes de señalar que no hay ningún precedente en la zona. Aun así, ha convocado una reunión para ampliar la seguridad.