La Audiencia de Las Palmas tiene previsto juzgar mañana martes a un delincuente reincidente que cortó dos veces en el cuello a un joven tras finalizar el penúltimo de los mogollones celebrado el año pasado en los carnavales de la capital grancanaria. La Fiscalía solicita nueve años y once meses de prisión para José Manuel Segura Herrera como supuesto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa.

Y es que esa mañana del 8 de marzo de 2014, Carlos Andrés A. L. no falleció de milagro, según explicó a LA PROVINCIA / DLP este vecino colombiano, de 27 años. Una opinión que también comparte la Fiscalía de Las Palmas: la víctima sufrió dos tajos en la zona de la yugular que podrían haberle costado la vida. De ahí la acusación por intento de homicidio.

De hecho, uno de los cortes seccionó parcialmente la vena yugular de Carlos Andrés. Las heridas requirieron intervención quirúrgica y tardaron 264 días en curarse, según los informes de los médicos forenses, con secuelas como la limitación del movimiento en el hombro izquierdo o un perjuicio estético moderado (las cicatrices en el cuello son de 15 centímetros y de cinco centímetros).

Los hechos ocurrieron sobre las 10.30 horas del 8 de marzo del año pasado. Carlos Andrés se disponía a regresar a su casa en el Puerto tras disfrutar de los mogollones, pero se tropezó con José Manuel Segura Herrera, de 42 años, que salía de un pub de la calle Secretario Artiles y cogió una botella de cristal de un contenedor de basura, la rompió contra el suelo por su parte trasera y se echó a caminar hasta el cruce con la calle Nicolás Estévanez. Fue ahí donde se cruzó con la víctima y le propinó los dos cortes en el lado izquierdo del cuello, según explica el ministerio público en su escrito de acusación. Luego huyó del lugar.

El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) lo arrestó una semana después y el Juzgado de Instrucción número 5 de la capital ordenó su ingreso en prisión provisional, donde sigue a la espera de juicio, que se celebrará este martes a las 10.00 horas en la Sección Segunda de la Audiencia de Las Palmas. El acusado, supuestamente, cometió la agresión mientras disfrutaba del tercer grado penitenciario. Su historial delictivo es amplio: en 2009 fue condenado a cuatro años y tres meses de prisión por robo con violencia, así como a seis meses de cárcel por lesiones; en 2010 le impusieron dos años y cuatro meses por otro robo violento, y en 2011 lo volvieron a condenar a dos años de cárcel por un delito de lesiones.