El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) señaló ayer que no se dictó una orden de alejamiento contra Carlos Gaspar Hernández, tal y como había solicitado su expareja Iris Francés Luis, quien lo había denunciado hasta en tres ocasiones, porque "la Policía no estimó que el riesgo de agresión fuera grave". Iris Francés Luis murió a cuchilladas alrededor de las 23.00 horas del pasado jueves a escasos metros de su vivienda, en la Avenida de Los Majuelos, en Santa Cruz de Tenerife, al ser atacada presuntamente por su expareja, Carlos Gaspar Hernández. En la agresión también resultó herida por arma blanca Julia Luis, madre de la víctima quien trataba de protegerla de las acometidas del homicida.

Aunque el alto tribunal canario explica las motivaciones por las que no se le concedió a esta mujer una medida de protección cautelar, reconoce en un comunicado que a la víctima se le ofreció ingresar en un "centro de acogida" o piso tutelado, una medida que está reservada para las víctimas de alto riesgo, según señalaron ayer a este periódico varios expertos.

Las razones judiciales

Ante las críticas vertidas desde numerosos colectivos que se han preguntado en las últimas horas los motivos por los que no se le había concedido una medida de protección cautelar después de que la mujer hubiera denunciado hasta en tres ocasiones a su expareja, el TSJC remitió ayer un comunicado en el que expresaba las "razones por las que no se impuso orden de alejamiento a la persona detenida por la muerte de su expareja en Santa Cruz de Tenerife". En el breve comunicado, se señala que "constan tres denuncias, dos de las cuales se archivaron por falta de indicios probatorios". Añade el comunicado que la tercera denuncia "se basaba en que el detenido no había devuelto las llaves de un coche" y que "tras la denuncia fueron devueltas".

El alto tribunal canario subraya, respecto a esta última denuncia, que "la Policía no estimó que el riesgo de agresión fuera grave, por lo que no fue detenido". Y añade que "se comprobó" además que "el contenido de los mensajes a la víctima no eran amenazantes" para luego señalar que la víctima "había declarado lo contrario en su momento".

No obstante, el TSJC tras recoger los "razonamientos" por los que ninguna autoridad judicial llegó a conceder una orden de alejamiento a la víctima, afirma que la "víctima rechazó ser derivada a un centro de acogida" para mujeres víctimas de la violencia machista, una medida que solo se habría adoptado en el caso de que la mujer fuera considerada con un alto riesgo.

Por último, el TSJC señala que la medida de alejamiento no se adoptó porque se daba la circunstancia de que habría supuesto, dado que el presunto asesino "trabajaba en una gasolinera que se encuentra cerca de la vivienda de la víctima, el poner en riesgo su puesto de trabajo y, por ende, la satisfacción de la pensión por los hijos en común".

El comunicado del TSJC concluye diciendo que el "informe del fiscal fue favorable a la decisión del juez de no imponer tales medidas".

Ángela Martín, portavoz del Foro contra la Violencia de Género de Tenerife, manifestó ayer a este periódico que "el caso de Iris pudo haber tenido otra respuesta, otra valoración, en el ámbito judicial y policial" porque, según afirmó "ya le constaban al presunto asesino de Iris Francés dos denuncias por presuntos malos tratos cometidos contra una pareja anterior". "Me consta que esas denuncias existen, por lo que esta persona tenía antecedentes cuando Iris lo denunció hasta en tres ocasiones" y añade que le "extraña que no saltaran dichos antecedentes, porque lo lógico hubiera sido que se actuara de otra forma".

Asevera que lo que ha ocurrido en este caso es en un "trágico fallo del sistema" y propone "revisar los protocolos de asistencia a las mujeres víctimas de la violencia" así como "una mayor formación específica de los agentes policiales que se encargan de valorar los casos, porque desde luego que en éste no vieron los riesgos que tan trágicamente se han materializado". "Son muchísimos los casos de mujeres que denuncian que son víctimas de la violencia, que sufren maltrato, y que al final no ocurre nada porque no se valora correctamente el riesgo que sufren", destacó Martín.

La portavoz del Foro contra la Violencia de Género de Tenerife añadió que es "inexplicable y contradictorio" que la situación de Iris se valorara "sin riesgo" y a la vez se le ofreciera ingresar en un centro tutelado, "cuando ella tenía el apoyo de su familia, y porque es una medida que implica trasladar a la víctima a un piso sin que pueda informar de su dirección a nadie". "Entre una orden de alejamiento e ingresar en un piso de acogida hay muchas medias intermedias que se pudieron haber adoptado", concluyó.

A prisión

El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Santa Cruz de Tenerife, en funciones de guardia, decretó poco después de las dos de la tarde de ayer el ingreso en prisión comunicada y sin fianza de Carlos Gaspar Hernández, de 35 años, como presunto autor de dos delitos de homicidio, uno consumado y otro en grado de tentativa, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

El acusado fue conducido por la Policía al Palacio de Justicia de la capital tinerfeña a primera hora de la mañana de ayer para prestar declaración ante el juez en relación con el asesinato a cuchilladas de quien había sido su pareja, y con la que tenía tres hijos pequeños, Iris Francés Luis, de 35 años, el pasado jueves a escasos metros de su casa, en la Avenida de Los Majuelos, en El Sobradillo. En el ataque, Carlos Gaspar también hirió a Julia Luis, madre de Iris, quien al escuchar los gritos de su hija en la calle, bajó para mediar en lo que creía que era una discusión entre Carlos y su hija. Sin embargo, el presunto asesino de Iris arremetió también contra Julia, cuando ésta trató de proteger a su hija, provocándole varios cortes a la altura del pecho. Julia tuvo que ser hospitalizada como consecuencia de las heridas, aunque recibió el alta médica el pasado viernes.

Carlos e Iris mantuvieron una relación durante 11 años y tuvieron tres hijos, una niña de 10 años y gemelos de cinco. En 2012, Iris decidió romper la relación sentimental con Carlos debido a "porque no lo aguantaba más debido a sus permanentes celos". Iris lo denunció en tres ocasiones, pero los tribunales rechazaron concederle medidas cautelares de protección.