El helicóptero GES del Gobierno de Canarias ha evacuado, con la ayuda de los Bomberos, el cuerpo sin vida de la turista alemana que falleció hoy a causa de un desprendimiento en el barranco del Infierno, en Tenerife.

Así lo informaron a Efe fuentes de los Bomberos del Consorcio Insular para añadir que la turista, de 62 años, falleció sobre las 13.00 horas "en el acto" como consecuencia del impacto de una roca de gran tamaño que cayó desde una zona escarpada.

Los tres acompañantes restantes, familiares y amigos, no sufrieron daños de gravedad y fueron atendidos en el acceso al sendero por personal sanitario, Guardia Civil y Policía Local de Adeje. A la zona se desplazó el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga junto al consejero insular de Medio Ambiente, José Antonio Valbuena. Rodríguez Fraga subrayó que la prioridad es "atender a las víctimas de este fatídico, desgraciado y lamentable accidente".

Estos hechos "han provocado una situación de emergencia", matizó, en la que se han activado todos los protocolos que la situación ha requerido". Añadió que el barranco "está cerrado en estos momentos y no se sabe lo que va pasar". Fraga confirmó que los afectados son turistas y que están recibiendo asistencia psicológica. Uno de los turistas está alojado en Santiago del Teide y la otra pareja en Callo Salvaje (Adeje).

El alcalde dijo que se está evaluando la situación y que mañana se pondrán en contacto con la empresa gestora que reabrió el sendero en base a un convenio entre el Ayuntamiento de Adeje y el Cabildo de Tenerife. Asimismo agregó que no se sabe si las lluvias de los últimos días han provocado el derrumbe de las rocas. Se desalojaron en torno a setenta personas que estaban en el sendero en el momento del suceso.

Los hechos ocurrieron cerca del tramo de una cascada, casi en el tramo final. El Barranco del Infierno es uno de los parajes más visitados de la isla tinerfeña. Reabrió sus puertas hace unos meses tras permanecer cerrado desde 2009 por la muerte de otro turista. Los Bomberos añadieron que los senderistas llevaban casco.