Los bomberos han extinguido esta mañana el incendio registrado anoche en el pesquero-factoría de bandera rusa Admiral Shabalin, que se encontraba atracado en el Muelle Grande del Puerto de Las Palmas, antes de entrar en un astillero para labores de mantenimiento. El suceso, que se inicio poco antes de las diez de la noche, generó una gran inquietud, tras el antecedente de Oleg Naydenov en el mismo recinto portuario el 11 de abril, y que terminó causando una catástrofe medioambiental tras hundirse con posterioridad en alta mar.

La Autoridad Portuaria apuntaba anoche que el primer aviso se recibió a las 21.58 horas, alertando de la intensa humareda en el pesquero factoría de bandera rusa, que había llegado a la capital grancanaria el viernes de la semana pasada para realizar labores de mantenimiento, llevar a cabo un cambio de tripulación y recoger pertrechos para lanzarse a la próxima marea.

Siete minutos después, según la Autoridad Portuaria, los bomberos ya se encontraban junto al buque, iniciando las labores de auxilio tras evacuar a la tripulación. De momento, las primeras unidades de bomberos de Las Palmas de Gran Canaria trataban de encontrar las llamas en el interior del buque, sobre todo en las bodegas, ya que la intensa humareda impedía llegar al origen del problema. Además, habían comenzado a emplear espuma, gracias a la colaboración prestada en ese momento por una empresa.

El buque de 120 metros de eslora, 19 de manga y siete de calado, se encuentra amarrado en el lado naciente del Muelle Grande, en el Puerto de La Luz. Había llegado el día 23, y en estos momentos apenas contaba con tripulación, tras la parada técnica. Y el miércoles tenía previsto entrar en el astillero para llevar a cabo una puesta al día antes de volver a zarpar.

En este caso, no tenía ningún barco pegado a su lado, como es habitual en los pesqueros, puesto que tenía que moverse de nuevo en pocas horas. En los trabajos colaboraba el buque de Salvamento Marítimo Miguel de Cervantes.

En el fondo del océano

La reciente imagen del incendio de otro buque ruso que acabó en una tragedia ambiental hizo generar cierta inquietud en el mundo portuario. Como se recordará, Capitanía Marítima tras el incendio del Oleg Naydenov, en cuyo interior se inició un incendio, decidió remolcar a altar mar ante el riesgo de que explosionara o se hundiera en el muelle Reina Sofía, donde estaba amarrado.

El definitivo hundimiento del Oleg Naydenov dejó una gran mancha de contaminación fragmentada, que afectó en varias oleadas a algunas playas del sur de Gran Canaria, sobre todo del municipio de Mogán y San Bartolomé de Tirajana.

El inicio de los trabajos para sellar los escapes de fuel se demoró durante meses, puesto que el barco se hundió a 2.400 metros de profundidad y eso complicó las labores de sellado del casco.

El Ministerio de Fomento tuvo que recurrir a la empresa especializada Ardent, que llevó a cabo los trabajos para extraer el combustible y su sellado.