"Me van a tener que matar para llevarse a mi hija", afirmó Susana Guerrero, una mujer que residió en Gran Canaria con la niña y que pide a la Audiencia de Toledo que no entregue la custodia al padre [Francisco Javier Toribio] de la menor, condenado por malos tratos hacia ella y denunciado por presuntos abusos sexuales sobre su hija.

La Audiencia Provincial de Toledo debatió, votó y falló ayer el recurso de apelación de Susana Guerrero contra la sentencia de una jueza de Talavera de la Reina (Toledo) que la obliga a entregar a la niña de diez años a su padre, una decisión que no se conocerá hasta dentro de varios días.

En declaraciones a Efe, la madre de la menor explica que el padre de la niña estuvo en prisión por abusar de ella misma cuando tenía trece años y, luego, fue condenado por violencia machista; además, ahora está imputado por presuntos abusos sexuales a su hija. "Pido que, después de cuatro años de calvario judicial, protejan de una vez a mi hija. Yo acepto como madre que la justicia me fallara desde los 13 hasta los 20 años, que me desprotegieran durante tantos años, pero no voy a aceptar que fallen a mi hija", asevera Susana, de 28 años y que, al parecer, reside otra vez en la Península.

La sentencia que da la razón al padre está basada en el Síndrome de Alienación Parental (SAP) que, según la madre de la niña, "ningún médico tiene reconocido y el Consejo General del Poder Judicial tiene totalmente prohibido usarlo en las sentencias".

Según este síndrome, el niño rechaza a uno de sus progenitores y se niega a tener contacto con él, sin embargo para Susana es "un arma que el psiquiatra Richard Gardner ha dejado a todos los pedófilos".

La menor, que según su madre tiene "un 37 por ciento de menoscabo en su salud psíquica", no ve a su padre desde enero de 2014 y su intención es que no se vaya con él, aunque la Audiencia Provincial de Toledo también dé la razón al padre, algo que teme.

Esta madre de la menor de diez años cuenta en la actualidad con el apoyo de diferentes asociaciones, así como de la diputada del PSOE Zaida Cantera, quien sufrió acoso sexual y laboral en su anterior etapa como militar.

Sentencias

Esta situación, respecto a la custodia de la hija para su expareja sentimental, Francisco Javier Toribio, que rechaza Susana Guerrero no es nada nueva. Ambos tuvieron a la niña cuando residían juntos en Talavera de la Reina. Tras la ruptura de la relación, diversas sentencias y procesos se iniciaron respecto a la custodia.

El padre, que trabajó en una mensajería en Castilla La Mancha, la reclamó, en una de las ocasiones, en 2008. Ellas vivían en Granada, posteriormente en Madrid y hace años en el archipiélago canario.

Entre los distintos fallos existentes en relación con esta pareja, está el que dictó el Juzgado de Instrucción número cinco de la citada ciudad toledana el 8 de febrero de 2008. Francisco Javier Toribio fue condenado a seis meses de prisión por un delito de violencia de género. El condenado, "tras una discusión con Susana, la agredió dándole un manotazo en la cara sin causarle menoscabo en su integridad física".