La Audiencia de Madrid ha condenado a cuatro años de cárcel al principal acusado por la tragedia del Madrid Arena, Miguel Ángel Flores, a quien considera "máximo responsable" de la muerte de cinco jóvenes durante la macrofiesta del 1 de noviembre de 2012, movido por la búsqueda del "máximo beneficio económico".

En la sentencia, de 677 páginas, la Sección Séptima de la Audiencia condena a Flores por cinco delitos de homicidio por imprudencia grave y 29 delitos de lesiones por imprudencia grave, y le inhabilita para cualquier actividad relacionada con la organización de eventos.

La Sala condena a otros seis acusados y absuelve a ocho de los procesados, entre ellos, los médicos Simón y Carlos Viñals porque, "pese a entender acreditada su negligente actuación cuando las víctimas fueron llevadas al botiquín para que las asistieran (...) no está probado que si dichos doctores hubieran actuado correctamente podrían haber evitado que las jóvenes fallecieran". Igualmente absuelve al exjefe de la policía municipal Emilio Monteagudo porque "la precariedad del operativo policial que se dispuso no tuvo influencia en lo sucedido".

El tribunal fija indemnizaciones a las familias de las víctimas, en torno a los 350.000 euros para cada una y a los lesionados en proporción a las lesiones y secuelas que padecieron. Y declara responsables civiles subsidiarios al Ayuntamiento de Madrid, a Madrid Destino, a la promotora Diviertt y a las compañías Seguriber y Kontrol 34.

Los magistrados creen acreditado que la muerte de las cinco jóvenes se produjo por el sobreaforo -entraron 16.605 frente a las 10.620 permitidas-, por el cierre de vomitorios y escaleras, y por haberse derivado la entrada del público a través de las puertas de emergencia directamente a la pista, ya saturada.