Un comerciante canario -hijo de emigrantes palmeros- fue asesinado en Venezuela en un tiroteo cuando trataba de proteger a su familia por fuera de su casa, en el municipio de San Rafael de Onoto, en Estado Portuguesa.

Fuentes de Acción Exterior confirmaron que tras contactar con el Consulado español, se informó de que la Policía investigaba los hechos, ocurridos en la noche del pasado sábado, cuando el hombre, de 62 años, se vio envuelto en un tiroteo que "no fue casual", dada su actividad comercial, apuntaron.

El fallecido, Juan Martín Ortega, natural de Gallegos, en el municipio palmero de Barlovento, emigró junto a su familia cuando era un niño. Martín Ortega recibió cinco disparos, y su mujer también resultó herida al alcanzarle una bala, si bien se encuentra fuera de peligro, según recogen medios de comunicación venezolanos.

La víctima mortal también logró poner a salvo a su nieta, que se encontraba con el matrimonio en ese momento. Juan Martín Ortega recibió los disparos mientras protegía a su esposa y a la niña que se vieron envueltos en el tiroteo que, en principio, se habría originado entre dos bandas rivales.

No obstante, los investigadores no descartan que, dada la actividad comercial y empresarial de la víctima, la refriega pudiera haberse originado en el transcurso de un intento de secuestro o de robo frustrado por la resistencia que habría puesto el empresario. En los últimos años murieron en Venezuela varios empresarios de origen canario como consecuencia de la violencia de las bandas de delincuentes que encontraron una forma de hacer negocio con el secuestro exprés de víctimas con recursos económicos.

Antecedentes

En 2014, Marcos Rodríguez Yáñez, natural de Santa Cruz de Tenerife, fue tiroteado por varios individuos tras asaltar su negocio en la isla de Margarita. El asesinato se produjo después de que varios individuos entraran a su negocio para robar y le dispararan con una pistola en la cabeza a pesar de que el empresario no opuso resistencia. Su mujer, Caroline Irene Selga de Rodríguez, de 46 años, resultó herida de carácter grave tras ser agredida por los asaltantes, que según las investigaciones pensaron que acabaron con su vida. Marcos Rodríguez estaba casado y con cuatro hijos, y emigró a Sudamérica hacía unos 40 años.

En 2008 el empresario canario Juan Martín Rodríguez, fue secuestrado durante tres días hasta que su cadáver apareció a unos diez kilómetros de donde fue raptado, en Estado de Barinas, a pesar de que su familia había abonado el rescate, según confirmaron sus familiares residentes en Tenerife. El cadáver fue descubierto por unos vecinos en el área conocida como Quebrada Seca "con un tiro en la cabeza y calcinado parcialmente".