El desprendimiento que ha obligado a cerrar nuevamente al tráfico la carretera GC-200 que conduce a La Aldea desde Agaete se ha debido a "un importante deslizamiento de la ladera provocado por los importantes índices de humedad de esta zona" de los últimos días, según ha informado su Ayuntamiento.

Este asegura en un comunicado que, de hecho, las mallas instaladas en el lugar para evitar precisamente desprendimientos como el ocurrido "respondieron y, de no existir, el daño hubiera sido mucho mayor".

A esa conclusión se ha llegado, según se explica, tras efectuar una visita a la zona en que se produjo el incidente en la que han participado la concejala de Obras de La Aldea, Naira Navarro; el director general de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria, José Francisco Duque, y técnicos del departamento de Carreteras del Cabildo de Gran Canaria y de la empresa que instaló las mallas.

"Recabar datos con los que establecer los plazos de intervención y reapertura de la vía", que la corporación municipal reclama que se lleve a cabo "cuanto antes", fue, según se destaca, el objetivo de la visita.

Objetivo que ha llevado al alcalde de La Aldea, Tomás Pérez, a "mantener un contacto permanente con los responsables insulares y regionales de Carreteras y Obras Públicas" desde que ocurriera el desprendimiento, se relata.

En espera de que la situación se solucione, el Ayuntamiento informa de que ha solicitado ya a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias que active los protocolos de atención a pacientes puestos en marcha en anteriores ocasiones similares, a fin de que los enfermos crónicos que periódicamente tienen que ir a otros municipios a recibir tratamiento no queden desasistidos.

Además, avanza que Lopesan, la empresa que instaló las mallas, "se ha comprometido a informar cuanto antes de los plazos de reparación de la vía y las posibles fechas de reapertura, con malla y sin malla, con el objetivo de restablecer lo antes posible la circulación sin descuidar la seguridad de las personas".