Tres muertos y más de 600 detenidos han dejado por ahora las protestas iniciadas hace cinco días en México por el alza de los combustibles, en las que el descontento ha dado paso a saqueos y a una psicosis general por temor a actos vandálicos y toques de queda, amplificada por las redes sociales. Las principales zonas afectadas permanecen en estado de alerta.