Un incendio calcinó este lunes dos habitaciones de una vivienda de la décima planta de un edificio de veinte pisos del número 40 de la avenida Mesa y López, en la zona puerto de Las Palmas de Gran Canaria.

El humo afectó a varias viviendas del inmueble y obligó al desalojo de algo más de medio centenar de personas que en esos momentos se hallaban en el edificio Azor. Se baraja que una vela está relacionada con la causa de este siniestro.

No hubo heridos, aunque una de las mujeres afectadas sufrió una crisis de ansiedad y fue atendida por el personal de una ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC) que se desplazó a esta importante arteria de la circulación y a zona comercial de la capital grancanaria.

Este suceso provocó un caos para la circulación por la zona, así como que afectó a la actividad normal de al menos tres los comercios, de vecinos y transeúntes.

Fue motivo también de interés para muchos curiosos al ver numerosos efectivos de emergencias y de seguridad en la avenida.

Tras recibir la llamada de alerta sobre las 14.15 horas, el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes)-112 alertó a los Bomberos Municipales, del parque del Puerto, así como a las policías Local y Nacional, y a la mencionada ambulancia del SUC.

Los bomberos, además de asegurarse de que no habían personas en el interior, se encargaron de extinguir las llamas, refrigerar y ventilar la vivienda. Muchas de las personas que se encontraban en el edificio en ese momento lo abandonaron por sus propios medios, aunque también se tuvo que auxiliar a una persona incapacitada.

Joyas

Eso sí, el abundante humo y el desconocimiento de lo que podía ocurrir por las llamas, provocaron que varias personas estuviesen muy nerviosas y preocupadas por lo que se llevaría por delante el fuego. Entre ellos, un vecino salió del inmueble con una maleta, en la que apresuradamente metió varias cosas que consideró de valor, como joyas y un ordenador, entre otras, por el miedo a perderlo por las llamas, según aseguró una testigo.

Una de las inquilinas de la vivienda en la que ocurría el incendio estaba desnuda y sólo cubierta por unas sábanas del SUC.

Finalmente, casi una hora después se fue normalizando la situación, tanto en el edificio, como en la avenida Mesa y López. Sin embargo, a los perjudicados les tocó después ver y valorar lo que habían perdido por este incendio.