La Policía Nacional dio ayer por desarticulada una organización criminal después de detener a treinta y una personas que supuestamente estafaron más de 1.500.000 euros a más de mil turistas extranjeros en el sur de Tenerife. Esta banda criminal también actuaba en Gran Canaria.

Los detenidos formaban parte de una organización que atraía a los turistas hasta sus comercios con precios muy por debajo del mercado, y donde les pasaba varias veces las tarjetas de crédito por un terminal de cobro facilitado por la trama, como informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Canarias.

La investigación policial se inició en septiembre de 2016, después de que desde una entidad bancaria de Las Palmas de Gran Canarias se avisase de que se produjeron una serie de operaciones presuntamente fraudulentas. Esas operaciones se realizaron por medio de un terminal de punto de venta (TPV) adquirido en dicha entidad y mediante el cual la titular del mismo trató de facturar más de 700.000 euros en un periodo de tiempo inferior a un mes.

Los agentes realizaron las primeras detenciones y detectaron que la dimensión del fraude era "bastante mayor", ya que guardaba relación con otros hechos investigados en el sur de Tenerife que seguían un mismo patrón.

La organización criminal actuaba en las islas de Gran Canaria y Tenerife, de forma que una parte de los miembros se encargaba de seleccionar a las personas que adquirirían terminales en las entidades bancarias a cambio de recibir una comisión por dicho servicio.

Estos dispositivos eran utilizados en bazares del sur de Tenerife de forma paralela a los terminales de punto de venta legales de los establecimientos, con los que pasaban varias veces las tarjetas de crédito con la excusa de que el cargo no había sido aceptado.

Una vez recibido el importe en sus cuentas bancarias, los titulares de los TPV procedían a retirar el efectivo y entregaban el dinero a los miembros de la organización o bien hacían transferencias e ingresos en las cuentas que les eran indicadas, a cambio de una "suculenta" comisión.

En una primera fase, los funcionarios detuvieron a diez personas que se encargaban de abrir las cuentas bancarias y adquirir los terminales de punto de venta, así como a los facilitadores y receptores de los mismos. Una vez analizadas las cuentas se detectó la presencia de quince sospechosos más como beneficiarios y colaboradores de la organización, que fueron detenidos y a quienes se les atribuye su autoría en los delitos de estafa, pertenencia a organización criminal y blanqueo.