Las protectoras de animales rescataron a más de 70 perros en una operación policial contra el maltrato animal que destapó el pasado fin de semana la existencia de una red que presuntamente organizaba peleas de perros en el municipio de Güímar. La investigación también sacó a la luz la existencia de una finca en Arona en la que malvivían una treintena de perros y centenares de aves en pésimas condiciones.

Según fuentes directamente relacionadas con la investigación, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad también actuaron en otras propiedades ubicadas en distintas zonas de municipios sureños, en la cordillera de Anaga de Santa Cruz de Tenerife y en el núcleo lagunero de El Ortigal. Estas mismas fuentes aseguraron que aunque todavía no existe una confirmación de que todos estos lugares estén relacionados, apuntan que sí existen indicios de que hay una vinculación entre todos ellos.

Según pudo saber este periódico, 21 personas fueron detenidas y están siendo investigadas por estos hechos. Entre los arrestados, se encontraría presuntamente un policía local de un municipio del sur de la Isla que estaría presuntamente relacionado con la finca ubicada en la calle Elvira entre el Valle de San Lorenzo y Cabo Blanco, donde se descubrieron el pasado domingo centenares de animales en muy malas condiciones, algunos muertos.

Sin agua corriente

Según fuentes de la investigación, una persona se acercaba a la finca una o dos veces a la semana para alimentar a los animales, pero la propiedad no disponía de agua corriente y presentaba unas pésimas condiciones. La finca era una antigua cochinera, dividida en varios habitáculos donde permanecían atados los animales.

Al menos una treintena de perros fueron rescatados por diferentes protectoras que se desplazaron al lugar para atender a los animales y los trasladaron a refugios de varios lugares de la Isla. Entre ellos hay varios ejemplares que tienen microchip, por lo que las protectoras afirman que podrían tratarse de animales robados. Este caso lo lleva la Policía Local de Arona, aunque también lo está investigando la Policía Nacional por su presunta vinculación con el caso de Güímar.

En la finca también había decenas de faisanes, gallinas, palomas y gallos, que tuvieron que quedarse en esas dependencias ante la falta de un lugar a donde trasladarlos. Los animales continuaban ayer dentro de esta propiedad. En este lugar también estaban al menos una decena de cadáveres de perros, que se concentraban en su mayor parte en una fosa al pie del barranco contiguo.

La policía está investigando para qué eran utilizados los animales y aunque en un principio se apuntó que podría ser un criadero de perros para utilizarlos en peleas clandestinas, los agentes tratan de determinar si las aves eran vendidas para rituales de santería. Sin embargo, las pesquisas siguen abiertas y no se descarta ninguna línea de investigación.

Dentro de esta misma operación policial orquestada desde la Península, también se actuó en la madrugada del sábado al domingo en una finca rústica ubicada en una zona conocida como Hoya La Vieja, en el municipio de Güímar. En este chalé se hallaron al menos una decena de canes, pero algunos de ellos tuvieron que ser sacrificados debido a la agresividad que presentaban los animales.