Un total de diez personas pasaron ayer a disposición judicial por la presunta organización de peleas de perros en Tenerife, una práctica que está prohibida por la ley. Al cierre de esta edición, el magistrado de guardia del Juzgado de Güímar y la fiscal de Medio Ambiente, Francisca Sánchez, continuaban tomando declaración a las personas investigadas por este caso.

La operación policial, que comenzó el pasado fin de semana, generó más de una veintena de investigados y detenidos, de los que diez pasaron a disposición de la Justicia como presuntos cabecillas de la red. Sobre las 10.00 de la mañana de ayer, los detenidos eran trasladados a dependencias judiciales. Sin embargo, no fue hasta pasadas las 14.00 horas cuando comenzaron a declarar ante el juez de guardia para abrir las diligencias previas.

En las puertas de los juzgados, un grupo de personas, que se fue haciendo más numeroso a medida que avanzaba la tarde, esperaban para saber qué pasaba con los detenidos que prestaban declaración. Vecinos y curiosos tampoco podían dejar de mirar hacia la fachada del edificio cuando pasaban frente a la sede judicial güimarera.

Según pudo saber este periódico, entre la veintena de personas investigadas se encontraría un policía local de Adeje, que estaría presuntamente relacionado con la finca intervenida en Arona. Además, según informó Radio Club Tenerife, podría haber algún veterinario o profesionalidad relacionado con la sanidad entre los detenidos.

En esta operación que lleva a cabo la Policía Nacional desde el pasado fin de semana, se desarticuló una red que presuntamente organizaba combates de perros de razas potencialmente peligrosas en la Isla.

Los agentes llegados de Madrid intervinieron en la madrugada del sábado al domingo en una finca rural en la zona conocida como Hoya La Vieja, en el municipio de Güímar, donde sorprendieron in fraganti a los participantes.

En esta finca propiedad de un conocido empresario de la zona, en un improvisado ring desmontable que instalaron en un salón bajo la vivienda, tuvieron lugar supuestamente las peleas de estos animales, mientras los participantes comían, bebían y realizaban apuestas, que según se señaló a este rotativo eran de cuantías importantes. En ellas presuntamente participaban también personas de otras islas e incluso llegadas desde la Península.

Según fuentes directamente relacionadas con la investigación, en esta finca se hallaban al menos una decena de canes, aunque algunos tuvieron que ser sacrificados debido a la agresividad que presentaban. Los presuntos organizadores de los combates también dejaron abandonado el cadáver de un bardino dentro de una bolsa de basura en el terreno anexo a la vivienda.

Los agentes intervinieron también el pasado domingo en otra propiedad ubicada en Arona, donde se encontraron decenas de animales en malas condiciones. Las protectoras rescataron a más de una treintena de perros de este lugar, en el que también había gallos, gallinas, faisanes y palomas, que todavía continúan dentro de las instalaciones. En un barranco colindante a la finca, ubicada entre el Valle de San Lorenzo y Cabo Blanco, se hallaron decenas de cadáveres de animales.

La Policía Local de Arona se está haciendo cargo de esta investigación y aunque no hay confirmación oficial de que haya detenidos vinculados con esta propiedad, fuentes cercanas a la investigación aseguran que existen indicios de que hay una vinculación entre ellos. La policía intervino también en otras propiedades localizadas en Güímar, la cordillera de Anaga y el Ortigal, en La Laguna. Otras fuentes aseguraron que la investigación continúa abierta, por lo que podrían salir a luz nuevas propiedades relacionadas con las que ya se han sido investigadas.

Las protectoras de la Isla que se hicieron cargo de los más de 70 perros se han visto desbordadas por la situación y piden ayuda para poder atender a estos animales.