La avería en el teleférico del Teide, que ha provocado que unas 200 personas quedasen atrapadas este miércoles 15 de marzo, no ha sido provocada "ni por un cable suelto ni porque nadie haya tocado nada" desde el interior de la cabina.

El director comercial de la empresa Teleférico del Teide, Joan Rodríguez, ha asegurado que estas hipótesis están "totalmente descartadas" y ha subrayado que lo único que se sabe es "que saltó el sistema de seguridad".

Este fallo en el sistema de seguridad, producido sobre las 13.30 de ayer, provocó la inmovilización de las cabinas con 70 pasajeros a bordo más las personas que estaban en la estación superior.

Estos pasajeros fueron evacuados por un sistema de cuerdas que los bajó desde unos 20 metros de altura hasta el suelo .

Rodríguez ha resaltado que "ahora tenemos que valorar lo que ha ocurrido" y ha confiado que junto a los técnicos desplazados desde Suiza por la empresa constructora del teleférico, en unos días se pueda tener más información.

"La parte más importante que era la humana se ha completado, la evacuación y el rescate, y desde ahora mismo empezamos a trabajar", concluyó Joan Rodríguez.

Las 111 personas que pasaron la noche en el Teide, tras quedar atrapadas este miércoles en las dos cabinas y el refugio del Teleférico del Teide, ya regresan a sus casas.

Las labores de rescate, realizadas en helicóptero en grupos de en torno a 3 y 4 personas (tres helicópteros del Grupo de Emergencias y Salvamento del Gobierno de Canarias y uno de la Guardia Civil) culminaron este jueves en torno a las 10:00 horas, tras dar comienzo sobre las 07.50 horas. Sobre las 7 de la manaña se realizaron las primeras pruebas para comprobar las condiciones del viento.

Las 111 personas rescatadas este jueves tuvieron que hacer noche en el Teide, repartidas en tres refugios. En concreto, 55 lo hicieron en el Refugio de Altavista, 40 en la Torre 1 (una caseta destinada a los operarios del propio Teleférico y que se encuentra en la última parada del trayecto de las cabinas) y 16 en la Torre 2 (a medio camino de dicho trayecto). Allí se les repartieron mantas, alimentos y bebidas.

Aunque no ha habido que trasladar a ninguno de los evacuados a centros de salud, algunos de ellos han sufrido males de altura, mareos e incluso vómitos debido a las condiciones. Todos ellos se tuvieron que enfrentar durante la noche a sensaciones térmicas de en torno a los 7 u 8 grados bajo cero.