El poeta panameño César Young Núñez, autor de una poesía de marcado acento irónico y alimentada de sus vivencias juveniles en la bohemia, falleció ayer a los 83 años.

Los medios locales y redes sociales se hicieron eco del deceso del bardo que supo manejar el lenguaje a su conveniencia y antojo para escribir versos en los que jugaba con el orden y sentido de las palabras, en la línea de su admiración por el chileno Nicanor Parra. En el prólogo a Poemas de rutina (1967), libro fundamental en su obra, aparece precisamente una cita de Young Núñez (1924) en la que afirma: "He usado muchos zapatos en mi vida, últimamente calzo los de Nicanor Parra y miro la vida sin antiparras".

Al prologuista de este libro confesó, con el humor que siempre lo caracterizó, que "en materia de poesía lo importante no es competir sino fracasar", y que sus poemas de rutina "son fugaces relatos que he ido escribiendo por el mundo boquiabierto o boquicerrado, o simplemente boqui-boqui".

Entre algunos de los libros que publicó están La Rama Dorada (2001); Carta a Blancanieves (1976); Poesía mía que estás en los cielos (1991); Lecturas para lectores (1987); La musa inoportuna obra (in)completa (2004); Crónicas de rutina (2005); Instrucciones para ángeles (1972-1973).

Graduado en Filosofía y Letras con especialización en español, Young Núñez fue incluido en 12 antologías de poesía, nacionales e internacionales, y por más de 12 años atendió una columna cultural en la revista Ellas del diario local La Prensa.

Era un habitual de los restaurantes y cafés que pululan en el centro de la capital, donde vivió por muchos años rodeado de libros. Su risa sincera y contagiosa, como su mirada curiosa y comunicativa, le ganó el afecto de todos.