La Policía Nacional ha detenido en Las Palmas de Gran Canaria a una empleada de hogar de 30 años, como presunta autora de un delito de hurto, tras sustraer 44.000 euros en efectivo y joyas a una anciana de 88 años, quien al recuperarse de una enfermedad se percató del robo y lo denunció.

Según informó ayer en un comunicado la Jefatura Superior de Policía de Canarias, tras la investigación efectuada como consecuencia de la denuncia se averiguó que la arrestada, T. C. S. A., había sustraído joyas y objetos de valor en, al menos, otras ocho viviendas donde había trabajado.

El arresto se produjo el pasado lunes, después de que la anciana denunciara la desaparición en su vivienda del dinero y las joyas que guardaba como herencia para sus familiares. La investigación policial que se llevó a cabo como consecuencia de la denuncia permitió localizar varios lotes de joyas vendidas por la empleada en tiendas especializadas en oro y otras de compraventa de artículos de segunda mano ubicadas en distintas zonas de la Isla.

Ocho de los propietarios de las viviendas en las que había trabajado la arrestada identificaron joyas de su propiedad entre los lotes que la misma había vendido entre los años 2012 y 2017, señala la policía, que precisa que las alhajas recuperadas están siendo entregadas a sus legítimos propietarios. La detenida fue puesta a disposición judicial, que decretó su puesta en libertad con cargos.

Por otro lado, la Guardia Civil informó ayer de que investiga a una empleada del hogar de 48 años que supuestamente robó 42.000 euros en efectivo escondidos en un amario de la casa en la que trabajaba en el municipio tinerfeño de Guía de Isora.