La familia de Rocío Cortés, la mujer de 25 años seccionada ayer por un ascensor del sevillano Hospital de Valme, ha denunciado hoy ante el juzgado número 1 de Sevilla al centro hospitalario y a la empresa encargada del mantenimiento del elevador en el que se produjo el siniestro.

En declaraciones a los periodistas en las puertas del tanatorio en el que se encuentra el cuerpo de su hija, Juan Cortés, el padre de la joven, ha informado de que ya han denunciado lo que la familia de la fallecida considera "una negligencia".

La joven, que recientemente ha celebrado su segundo año de casada, falleció cuando era trasladada en una camilla tras dar a luz por cesárea a su tercera hija.

Cortés ha dicho que tenía siete hijos pero que Rocío "era la alegría de mi casa, era muy especial", y que no encuentra "calificativo a perder una hija con 25 años. Lo normal sería que ella me enterrara a mi", ha añadido.

El padre de Rocío Cortés ha reconocido a los periodistas que aún no se han puesto en contacto con él nadie de la Consejería andaluza de Salud ni del Ayuntamiento de Dos Hermanas, donde trabajaba como animadora.

De la celebración al dolor por el fallo de un ascensor

De la celebración al dolor por el fallo de un ascensor

No obstante, fuentes de la Consejería de Salud han confirmado que representantes de este departamento atendieron e informaron a la familia de la fallecida "en todo momento", aunque creen que es posible por las circunstancias tan dolorosas que atravesaba la familia "no supiera ni con quien hablaba".

El juzgado de instrucción número 1 de Sevilla se ha hecho cargo de la investigación del caso.

La investigación de este caso sigue abierta, y de ella se ha encargado el grupo de Homicidios de la Policía Nacional en coordinación con el titular del juzgado sevillano.

El ascensor, según ha informado la Junta de Andalucía, había superado todos los controles pertinentes el 12 de agosto pasado, sin que se detectaran deficiencias.