Las autoridades suizas temen que haya hasta ocho personas desaparecidas tras un deslizamiento de rocas y lodo en la montaña de Piz Cengalo, en el cantón suizo de los Grisones, cerca de la frontera con Italia, indicó ayer la Policía. "Desde anoche sabemos que hay ocho personas desaparecidas en la zona afectada", que incluye el valle Bondasca, dijo en una rueda de prensa portavoz de la policía cantonal, Andrea Mittner. Los familiares de seis personas han informado a la Policía de su desaparición, mientras que otras dos personas no han podido ser localizados.

Además se pensaba en un principio que había otro grupo de cinco o seis personas que también podrían haber desaparecido en la avalancha de rocas, piedras y lodo, que destruyó en total doce establos y viviendas típicas del cantón, pero que no llegó a entrar en el pequeño pueblo de Bondo, de 200 habitantes. Son embargo, este grupo fue encontrado en la vecina Italia.

Los desaparecidos son ciudadanos suizos, alemanes y austríacos, pero de momento ni hay niños ni tampoco residentes locales entre los alpinistas y senderistas ilocalizables, aclaró el responsable policial. Mittner explicó que se desconoce dónde desaparecieron exactamente esas personas, dado que el área afectada abarca casi cinco kilómetros, pero sí se sabe que se trata de alpinistas y senderistas.

Un equipo de búsqueda y rescate de unas 121 personas participa en el operativo, pero de momento "no hemos encontrado a ninguno de los desaparecidos", manifestó. Se ha recurrido a sistemas de detección y rastreo para localizar los móviles y especialistas efectúan vuelos de reconocimiento de la zona.

Los residentes en las zonas afectadas y declaradas en peligro fueron evacuados en helicópteros y no podrán regresar a sus casas al menos hoy. Los animales por su parte parecen haberse salvado, indicó a su vez la presidenta de Bondo, Anna Giacometti.

Las causas del deslizamiento no están claras aún, pero no se descartan los efectos del cambio climático, dado que el Piz Cengalo es un área con "permafrost", que es la capa de suelo permanentemente congelada, aunque no esté todo el tiempo cubierta de hielo o nieve. "El suelo se descongela donde aún hay hielo", explicó Hugo Raetzo, del departamento de Prevención de Riesgos del Ministerio suizo de Medioambiente, y por eso pueden ser inestables esas partes.

Las imágenes muestran la magnitud del deslizamiento, ya que ha movido rocas, piedras y lodo en una masa de "4 millones de metros cúbicos", según el responsable del Departamento para Riesgos Naturales y Forestales, Martin Keiser. Se trata del mayor deslizamiento de rocas de una montaña en décadas en el cantón de los Grisones. El experto advirtió de que habrá más deslizamientos, pues "un millón de metros cúbicos está aún en movimiento".

El área afectada cuenta con un sistema de alarma ante desprendimientos de rocas, que se activó el miércoles por la mañana, tras lo cual se movilizaron los equipos de emergencia y el vecino municipio de Valle Bregaglia reunió su gabinete de crisis.

El Servicio Sismológico de Suiza explicó ayer en su página web que el deslizamiento se produjo el miércoles a las 07.30 GMT y duró solo un minuto, aunque a las 09.36 GMT se produjo un segundo. Pese a ello las consecuencias fueron grandes, dado que los aparatos del Servicio registraron un impacto equivalente a un terremoto de 3 grados en la escala de Richter. Indicó además que las autoridades "se esperaban" un desastre natural en ese lugar, pues así lo apuntaban varios desprendimientos de rocas en los años 2011, 2012 y 2016, así como un incidente similar el pasado día 21 a las 09.29 GMT.