Juan Luis Pérez, representante de la empresa Manuel Guerra Castellano propietaria de las cuatro ambulancias que quedaron calcinadas el pasado lunes en un incendio en Salto del Negro, aseguró que los vehículos no estaban abandonados sino que se encuentran afectados por un litigio judicial que les impedía retirarlos del lugar. Asimismo, tasó en 150.000 euros las pérdidas ya que la sociedad mercantil pretendía recuperarlas para su posterior venta como furgones.

Los furgones, según la versión de la empresa, estaban aparcados en el solar donde se produjeron los hechos desde hacía seis años. Durante estos tiempos, han sufrido acciones vandálicas que han desvalijado lo que quedaba en sus interiores. Durante estos años, Manuel Guerra Castellano ha presentado varias denuncias para evitar estos hechos.

La Policía Nacional continúa con la investigación para tratar de identificar a un sospechoso, un joven motorista que huyó del lugar tras discutir con los vecinos.