Dos mujeres canarias víctimas de la supuesta comisión de un delito de agresión sexual por parte de un masajista de un centro termal de la provincia de Zamora han ratificado este miércoles su denuncia de los hechos en su declaración en un juicio, en el que el acusado ha negado los hechos que se le imputan.

Las supuestas agresiones sexuales, por cada una de las cuales el fiscal y la acusación particular piden cinco años prisión para el acusado, mientras que la defensa solicita la libre absolución, se juzgan en la Audiencia Provincial de Zamora, en una vista que continuará el próximo lunes, 4 de diciembre.

Los hechos se remontan a agosto de 2015, cuando las dos mujeres se encontraban en un retiro espiritual en el centro termal del acusado y se interesaron porque este les leyera una carta astral y posteriormente les diera el denominado "masaje de la diosa".

Según la denuncia ratificada hoy por las dos víctimas a través de videoconferencia en el juicio, durante el masaje "de sanación" que recibieron, una por la mañana y otra por la tarde, el acusado las agredió sexualmente.

Además, según el relato de las denunciantes, el acusado utilizó en el masaje un cuchillo de hueso que les llegó a poner en el cuello y a la altura del corazón como parte del ritual del masaje, lo que ambas entendieron como hecho intimidatorio.

El acusado ha negado en su declaración al inicio del juicio que penetrara en la vagina de las mujeres y sostuvo que únicamente se la tocó por fuera durante el masaje porque se extendía a todo el cuerpo.

Ha sostenido asimismo que había informado previamente a las víctimas de que tenían que estar desnudas durante el masaje y ha achacado la denuncia a que una de las víctimas tenía un trauma infantil por una agresión sexual, pudo haberlo recordado con el masaje y eso pudo confundirla.

Sin embargo, ambas víctimas, que no se conocían con anterioridad al viaje en el que ocurrieron los hechos, han ratificado la denuncia y han explicado que en el momento del masaje no pudieron decir al acusado que parara porque se encontraban en estado de shock y de conmoción.

En ambos casos, los hechos se cometieron en una de las cabinas del centro termal cuando acusado y víctimas se encontraban solos.

Las dos mujeres inicialmente no formularon denuncia, aunque sí le contaron lo ocurrido a otros compañeros del retiro, continuaron su estancia hasta su finalización tres días después y fue al regresar a Canarias cuando una de ellas denunció los hechos.

Posteriormente también lo hizo la otra, cuando la Guardia Civil le tomó declaración como testigo del otro caso y confesó que a ella le había ocurrido lo mismo.

La vista oral, en la que están llamados a declarar una veintena de testigos, continuará el próximo lunes en la Audiencia Provincial de Zamora.