Vieron a un trabajador, pero no era uno cualquiera; aquel trabajador era un niño. La Unidad de Protección y Acompañamiento Local (UPAL) de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria investigó un caso en el que un menor de 15 años estaba manipulando la grúa elevadora de un camión en plena calle General Vives, situada en el distrito Puerto-Canteras de la capital grancanaria, en horas lectivas. El chico vestía la indumentaria de la empresa propiedad de su padre, quien aseguró que ese día el adolescente no había ido a clases porque tenía una actividad de "carácter voluntario".

La denuncia se produjo el pasado viernes, 24 de noviembre. A las 10.25 horas, una patrulla de la Policía de Barrio vieron que un camión estaba ocupando la vía sin autorización. Así, se personaron en el lugar y comprobaron que había una persona con indumentaria de la compañía, casco incluido, trabajando con una máquina elevadora. Los policías encontraron que este empleado tenía una apariencia "demasiado juvenil", según informó ayer el cuerpo de seguridad en un comunicado.

Los agentes solicitaron al trabajador su identificación y comprobaron que tenía 15 años, uno menos de los permitidos para poder trabajar. Así, dieron aviso a los miembros del UPAL, que se hicieron cargo del menor. Estos últimos confirmaron que el nombre de la empresa, con sede en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, estaba a nombre de su padre, que fue localizado por teléfono y se le requirió que se personara en el lugar.

El menor y el progenitor aseguraron a los policías que ese día el chico tenía en su centro educativo una actividad de "carácter voluntario", por lo que decidió no acudir a la misma y acompañar a su padre durante la mañana. Asimismo, declararon que no es habitual que el adolescente ayude a su padre durante la jornada laboral y tildaron lo ocurrido de un hecho aislado.

La Policía Local entregó el menor a su padre y durante los días siguientes continuó recabando información a través del centro educativo en el que está matriculado el chico. Todas las diligencias han sido ya puestas a disposición de la Fiscalía de Menores, Servicios Sociales e Inspección de Trabajo.

La Policía Local recalca que los menores de 16 años están en edad escolar y la asistencia a clase no puede ser, en ningún caso, voluntaria sino obligatoria. Así, la legislación española establece que hasta los 16 años los menores no pueden trabajar excepto en aquellos casos que obtengan un permiso especial para determinados espectáculos públicos.

Pese a que la ley establece la edad en 16 años, también existen tareas que los menores no pueden realizar hasta cumplir la mayoría de edad. Entre estas están aquellas que sean en horario nocturno, las que tengan una jornada laboral superior a las ocho horas o la posibilidad de hacer horas extras. Otras de las situaciones en las que aquellos que tengan entre 16 y 18 años no pueden desarrollar son los trabajos que se declaren "insalubres, penosos, nocivos o peligrosos", como la manipulación de maquinaria pesada como prensas, guillotinas o cizallas, aquellos trabajos que se desarrollen a un altura superior a los cuatro metros o los que requieran de un excesivo esfuerzo físico que pueda ser perjudicial para la integridad del menor.