La Guardia Civil ha detenido en Fuerteventura a un hombre que presuntamente sustrajo dos paracaídas valorados en 6.000 euros de una embarcación de una empresa de actividades náuticas en la trabajó y que vendió luego al responsable de otra sociedad que opera en Gran Canaria en el mismo sector.

En esta operación, denominada Waterbird, han sido detenidas dos personas, identificadas como O.R.G, de nacionalidad española, y R.J.M, de nacionalidad extranjera, a quienes se acusa de ser los presuntos autores de un delito de receptación y otro de hurto, respectivamente.

El pasado mes de octubre, la Guardia Civil recibió una denuncia relacionada con el hurto de dos paracaídas utilizados en "parasailing" del interior de una embarcación fondeada en el muelle de Corralejo.

Las gestiones policiales realizadas para el esclarecimiento de los hechos permitieron comprobar que otra empresa de actividades náuticas ubicada la zona sur de Gran Canaria había adquirido ilícitamente los efectos sustraídos al presunto autor de la sustracción.

Tras localizar la empresa receptora y detener a su responsable, la Guardia Civil pudo recuperar en la zona sur de Gran Canaria los dos paracaídas sustraídos, que fueron entregados a su legítimo propietario.

La compra de productos sustraídos, además de constituir un posible delito de receptación -penado con penas de prisión de 6 meses a dos años-, podría incentivar la comisión de este tipo de hechos delictivos, recuerda el instituto armado en un comunicado.

Los detenidos e investigados han quedado a disposición del juzgado de guardia de San Bartolomé de Tirajana.