La Policía Nacional comienza a cerrar el caso del doble crimen de Antonio Quesada Díaz y Ana María Artiles García, el conocido como matrimonio de Guanarteme que desapareció en el año 2012 y cuyos restos mortales fueron encontrados en un barranco del municipio de Agüimes el pasado verano. Después de años de investigación, los agentes han conseguido indicios suficientes para detener como presunto autor a un teldense exempleado de una sucursal bancaria en la que la pareja tenía su cuenta y que, supuestamente, les estafó unos 60.000 euros con un fondo de inversiones que nunca movió pues se quedó con el dinero.

Los investigadores llevaban desde hace meses detrás de la pista del principal sospechoso. Todos los indicios recopilados apuntaban hacia él. Al parecer, Antonio y Ana María habían depositado el dinero en el banco donde trabajaba para que esta persona lo administrara a través de un fondo para conseguir mayor rentabilidad. La sorpresa llegó cuando vieron que habían sido víctimas de una estafa y que el ahora detenido había utilizado el dinero para asuntos privados, según indicaron fuentes policiales.

Esta deuda que había contraído con el matrimonio fue la que, supuestamente, originó el doble crimen. Los investigadores reforzaron su teoría contra el agente financiero cuando el pasado 20 de agosto un perro cazador encontró huesos humanos en un barranco de Agüimes. Junto a los restos óseos se hallaba la documentación de los dos desaparecidos, en cuyas carteras no había dinero alguno. Los análisis realizados en el Instituto de Medicina Legal determinaron que pertenecían al matrimonio, así como las causas del fallecimiento.

La hipótesis de la Policía Nacional apuntaba a que autor del doble crimen acabó en un primer momento con la vida de Antonio Quesada Díaz para después hacer lo propio con la de Ana María Artiles Quesada, quien habría sido testigo de la muerte de su marido. El fallecimiento de ambos fue violenta y en la necropsia de los cuerpos se pudo apreciar que la mujer tenía además varios golpes en su cabeza que le provocaron fracturas mortales en el cráneo.

El lugar en el que se hallaron los restos hicieron que la investigación se centrara aún más en el sospechoso, a quien ya se le había tomado declaración con anterioridad. Durante la misma, el trabajador de una sucursal bancaria tenía una coartada creíble, por lo que la policía no tenía indicios suficientes como para detenerlo como presunto autor del doble crimen.

Desde entonces, los agentes han trabajado para tratar de presentar ante el titular del juzgado de instrucción número 7 de La Palmas de Gran Canaria, Javier García García-Sotoca, los indicios suficientes relacionarlo con el doble homicidio. Ese momento llegó ayer cuando procedieron a la detención de un vecino de Telde, quien trabajó en la sucursal bancaria donde la familia tenía parte de sus ahorros.

Esos ahorros fueron el germen del doble homicidio, según las mismas fuentes. Antonio y Ana María tenían unos 60.000 euros en la cuenta para sacarle rentabilidad en un fondo de inversiones, pero el presunto autor utilizó este dinero para asuntos propios. Esto provocó que el ahora arrestado perdiera su puesto de trabajo ya que la entidad bancaria tuvo conocimiento de que, supuestamente, se dedicaba a estafar a personas mayores con diferentes productos con los que después no conseguían la rentabilidad prometida.

Aquel 6 de marzo de 2012, el matrimonio de Guanarteme fue visto por última vez en una churrería de la calle Castillejos, a pocos metros de su vivienda. Iban a ir a comprar un audífono, pero se interpuso entre ellos al menos una persona con la que, según testigos, estuvieron tomando algo en el citado local del barrio capitalino. A partir de ahí, nada de su supo de ellos hasta el verano pesado.

El arrestado se encuentra en dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Canarias en Las Palmas de Gran Canaria, donde hasta el momento se ha presentado poco colaborador con los policías encargado de la investigación. Así, su pase a disposición judicial podría producirse a lo largo de este fin de semana o, en último caso, el próximo lunes, cuando se agotan las 72 horas de arresto máximo preventivo antes de que sea interrogado ante el juez encargado de la causa, que continúa bajo secreto de sumario.

La familia, fuera de toda sospecha

  • Los encargados de la investigación ya había descartado desde hacía tiempo que alguno de los miembros de la familia de Antonio Quesada Díaz y Ana María Artíles García tuviera relación alguna con la desaparición y posterior muerte del matrimonio de Guanarteme. Todos los esfuerzos se centraban en el exempleado de banca teldense, quien presuntamente acabó con la vida de la pareja de manera violenta por una deuda de 60.000 euros después de ofrecerles un fondo de pensiones. Sin embargo, en casos de desapariciones una de las primeras hipótesis que se llega a investigar es que el entorno más próximo pueda estar relacionado con los casos. En esta ocasión, los agentes lo tenían claro desde hacía ya meses después de tener conocimiento de las deudas que existían entre el ahora arrestado y los dos fallecidos.