La normalidad se nota. Ha vuelto entre el profesorado y el alumnado al Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Los Llanos, en Santa Lucía de Tirajana. La muerte el pasado día 8 de febrero de uno de sus alumnos, de nueve años, tras sufrir una sepsis fulminante, ha sido una traumática experiencia. La calma es sólo aparente. "Aún los trabajadores y muchos alumnos están afectados por la pérdida", aseguran dos madres de 4º de Primaria, la que compartían con del niño fallecido, vecino de Balos, y durante más de tres años matriculado en el colegio.
"Mi hijo está bien, lo va asumiendo, pero a ratos está dolido por la pérdida de su compañero", señala una madre, que prefiere proteger la identidad de su pequeño. "El centro se ha portado muy bien. Vino una psicóloga que trató a todos los del curso y a los mayores", sigue en su relato.
Otra compañera de clase del fallecido, también de nueve años, mostraba su dolor: "En el fondo todos estamos muy afectados. Le escribimos una carta y expresamos lo que sentíamos. En una de las pizarras pusimos: 'Te queremos y no te olvidaremos".
"Él creía y decía que tenía una gripe. Tras faltar a clase muchos días, esa semana sí vino al colegio, incluso el día de su muerte, el jueves [8 de febrero], que dicen que fue por la tarde o durante la noche. Su madre venía al colegio para pedir los deberes las ocasiones que él faltaba. Yo también se los pasaba", explicó la compañera de clase.
Con emoción recordó cómo era y se comportaba el pequeño: "Él es muy aficionado al fútbol y su ídolo es [Lionel] Messi. Su cumpleaños fue el pasado día 21 de diciembre y al día siguiente trajo una tarta. Era alegre, bajito, con gafas. Se sabía los nombres y apellidos de todos. Era muy educado, y siempre, en clase, levantaba el brazo cuando quería decir algo o preguntar a la profesora".
La madre de esta misma alumna resaltó que "el protocolo y todo se ha hecho muy bien en el centro de salud de El Doctoral y en el colegio".
La mujer, que habló ayer con LA PROVINCIA / DLP ante el centro escolar, recordaba que se les informó a todos del fallecimiento el viernes a primera hora de la mañana y que por la tarde hubo una reunión durante dos horas con los padres y madres de los alumnos de la misma clase y del comedor. "Se hizo muy bien. Vinieron un pediatra, una psicóloga; un miembro de la Consejería de Educación; y un técnico del Ayuntamiento, a parte del profesorado, de la directora y la jefa de estudios, quienes aún están muy afectadas. Fueron dos horas de reunión, en las que nos pusieron diapositivas y muchas explicaciones para que entendiéramos qué pasó y como era la situación", manifestó. "Su madre estaba muy implicada y participativa con las actividades y con lo que se hacía en el colegio", puntualiza esta vecina de Balos.
El pasado día 15 de febrero, una semana después de su muerte, se ofició una misa funeral por el eterno descanso del menor en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Balos. "La iglesia estaba llena y con decenas de personas en el exterior", comentaron varios de los que asistieron a la eucaristía.
Otras madres de otros cursos, como de Primero y de Segundo lamentaban ayer "falta de información". De todos modos, una de ellas, identificada como A. E., dijo: "Aunque estábamos preocupadas, lo importante es la muerte y su familia".
Tras la muerte del pequeño, dentro del plazo de las 24 horas, el personal del centro de salud de El Doctoral, donde fue llevado cuando presentaba sepsis fulminante, aplicó la pauta antibiótica a un total de 75 niños, mediante pastilla, jarabe o inyección. También fueron tratados con antibióticos los profesores, familiares y amigos más cercanos. Amós García, jefe de la sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública, resaltó el miércoles que así se atajó el posible contagio de la infección. "No era meningitis. Todos pueden estar tranquilos. No hay más casos", afirmó Amós García.
