El caso de la joven que denunció haber sufrido una violación grupal en Puerto de la Cruz el pasado mes parece que se desinfla. Así al menos se desprende del comunicado remitido este miércoles 16 de mayo por el gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Canarias a los medios y donde se señala que tras prestar declaración, el denunciado, de momento no hay pruebas que apunten a una violación en grupo.

Este jueves prestó declaración ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Puerto de la Cruz, el varón senegalés denunciado como presunto autor de un delito contra la indemnidad sexual por una joven que aseguró haber sido forzada en la noche del 8 al 9 de abril pasados en la ciudad turística.

La autoridad judicial no ha tomado ninguna medida preventiva contra el investigado, más allá de la obligación de presentarse a firmar en sede judicial los días 15 de cada mes. El denunciado, S. T., no ha sido detenido por la Policía en ningún momento, y el Ministerio Fiscal no pidió en el acto de ayer ninguna medida privativa de libertad sobre él.

El denunciado confirmó lo que ya había declarado en comparecencias previas; que en la noche del 8 al 9 de abril pasado mantuvo relaciones sexuales completas con la hoy denunciante, pero con pleno consentimiento de esta, según su versión. La joven asegura que no aceptó este encuentro, pero en ningún caso habla de que más personas participaran en el acto sexual.

El Juzgado enfatiza que en el actual estado de las investigaciones no hay ni una sola prueba de que los hechos pudieran esconder una agresión sexual en grupo, ni de que se hubieran suministrado a la joven sustancias para anular total o parcialmente su voluntad.

La autoridad judicial subraya que en las diligencias previas todavía faltan analíticas que puedan ser determinantes para esclarecer el caso, por lo que, apunta, el caso merece la máxima cautela.

Salió para hacer botellón

Igualmente, la instructora confirmó que la Policía Científica sólo ha encontrado en el apartamento de la calle San Juan restos de semen de una persona.

Respecto a la imputación, la juez indicó que, si bien es materia competancial del Ministerio Fiscal, de momento es genérica -un delito contra la integridad e indemnidad sexual- precisamente por la falta de datos que permitan aclarar si hubo agresión, abuso o relación aceptada, aunque el proceso se tramita como un sumario ante la posibilidad de que las pruebas apunten a una agresión sexual, que no es el caso en el actual momento procesal.

La investigación continuará en los próximos días con la toma de más declaraciones, en este caso testificales.

Como se recordará, la joven relató de manera pormenorizada los acontecimientos ocurridos la noche del sábado 7 al domingo 8 de abril antes de caer en la semiinconsciencia. Quedó con unos amigos en La Guancha, luego fueron a buscar a otros a Icod de los Vinos y se dirigieron juntos a los exteriores de la discoteca para hacer botellón. Pasada la medianoche, siempre según la declaración de la joven, todos entraron en la sala de fiestas. Contó que recuerda todo hasta la última copa, cuando el reloj se acercaba a las cuatro de la madrugada. Ahí empezó a sentirse mal.

Le mandó un mensaje

El acta policial refleja que la chica salió al exterior del local para coger aire y, al sentirse indispuesta, volvió a entrar para verse con sus amigos pero empeoró. Al salir por segunda vez se sentó en la acera. Fue el momento a partir del cual empezó a borrarse todo y a solo guardar destellos. Los testigos han corroborado que la vieron hablar con tres chicos que estaban en un coche gris y que luego ella desaparecería en ese vehículo. El investigado por presunto delito contra la libertad sexual, residente en Tenerife, era presuntamente el conductor. Fue localizado porque envió un mensaje a la chica a la mañana siguiente. "¿Todo bien? Saludos de tu chófer de La Laguna", le escribió. El joven senegalés alegó ante la Policía que fue ella la que le dio el número de teléfono y declaró, además, que la denunciante aceptó subirse al coche después de que él y dos amigos le ofrecieran conversación. Según su relato, al verla por fuera de la discoteca le dijeron si podían ayudarla. "Ella aceptó en todo momento", matizó a los agentes.

El joven de 31 años contó que de la discoteca se dirigieron a un piso de uno de sus amigos en el centro de Puerto de la Cruz, que éste le ofreció subir y que allí ambos mantendrían relaciones sexuales consentidas. Luego, se ofrecieron a llevarla a La Laguna, por deseo de la chica, y la dejaron en la avenida Trinidad. El investigado añadió que ella les había preguntado si podían conseguir hierba.

La joven ha negado en todo momento que mantuviera relaciones sexuales consentidas. "Tengo recuerdos de que uno abusaba de mí mientras al menos otro me tocaba", relató. Es más, también rememoró, tal y como consta en su testificación, que no solo la violarían, sino que le darían dinero -unos 20 euros- para que se comprara la píldora anticonceptiva del día después. Los primeros informes médicos adjuntados a la causa confirman que hubo relaciones sexuales, explicó a este diario el portavoz oficial del Cuerpo Nacional de Policía. Varios agentes se personaron en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), cuando el propio centro hospitalario puso en marcha el protocolo. La Policía Nacional intentó encontrar imágenes de vídeo que pudieran haber sido tomadas dentro y fuera de la discoteca de Puerto de la Cruz esa madrugada pero no tuvo éxito.