El Servicio de Urgencias Canario ha apartado de sus funciones al médico que atendió por teléfono a la mujer que fue localizada en Puerto de la Cruz con un feto muerto, fruto de un aborto espontáneo, y a la que según las grabaciones aconsejó que lo tirase a la basura o lo metiese en la nevera. Esta es una de las principales medidas llevadas a cabo por el Servicio de Urgencias incluidas en la investigación que ha abierto con carácter inmediato desde que tuvo en conocimiento los hechos acaecidos.

Esta acción ha sido adoptada tras conocerse que el Juzgado de guardia no ha practicado diligencias frente a la mujer, ya que existen grabaciones que parecen probar que el técnico le dijo que, si ella no había sufrido una hemorragia que aconsejara su ingreso hospitalario, o bien tiraba el cuerpo a la basura o lo envolvía en una manta y lo metía en la nevera y al día siguiente lo llevaba a un hospital.

Ante "este lamentable incidente", la gerencia de Gestión de Servicios para la Salud y Seguridad en Canarias (GSC), organismo a cargo del SUC, asegura haber puesto a disposición de la Policía encargada de la investigación toda la información disponible sobre este incidente, expone en un comunicado.

Además, el SUC manifiesta su rechazo a dicha actuación, que considera inexplicable, "al no responder a nuestros protocolos de actuación y no reflejar en absoluto nuestra vocación de servicio público, como se ha demostrado en los 24 años que lleva atendiendo las emergencias sanitarias de la población canaria".

Finalmente, GSC indica que se determinarán las medidas disciplinarias que aplicará al facultativo que atendió al teléfono desde que finalice el expediente informativo.