"El cadáver estaba frío y presentaba múltiples hematomas y golpes; la muerte no se debía a causas naturales, estaba claro. Me llamó la atención la cantidad de golpes que presentaba el cuerpo de la mujer que, además, debió de morir varias horas antes de que nos alertaran" desde el 112. Esta es parte de la declaración que este jueves ofreció en la segunda sesión del juicio que con Tribunal del Jurado se sigue en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife por el homicidio de Ana Belén G. P., de 37 años, presuntamente a manos de su pareja sentimental, Andrés H. O., que se sienta en el banquillo de los acusados.

La médico del Servicio de Urgencias Canario, cuya ambulancia fue activada poco después de las ocho de la mañana del 5 de agosto del año pasado para que se personara en una vivienda de la calle El Draguillo, en Barranco Grande (Santa Cruz de Tenerife), certificó la muerte de la mujer y dio parte de que debía judicializarse.

El acusado, que mantenía una relación sentimental de apenas unos meses, declaró ayer que no se acuerda de lo que pasó aquella noche salvo que "había discutido con Ana Belén porque a pesar de que estaba muy colocada y drogada, quería consumir más". Aseguró que la pareja había bebido "dos botellas de alcohol, Amaretto y ron; heroína, boliches de cocaína y pastillas de la medicación contra la epilepsia que tenía recetada ella; también había bebido dos o tres vasos de tejón (metadona, según aclaró) que había recogido en el centro".

De okupas en una casa

Poco después de las ocho de la mañana del día siguiente, Andrés salió de la casa gritando y pidiendo auxilio porque "se había despertado oliendo a humo y su novia no respondía y le salía sangre de la boca al intentar reanimarla", dijo la tía del acusado que les contó. Según la declaración de Andrés, "aquella mañana le hizo el boca a boca y masajes cardiacos a Ana belén cuando vio que no respondía".

Sin embargo, la mujer había muerto de una brutal paliza. La víctima presentaba 17 heridas producidas por golpes con unas tablas de tapiflex que estaban en un cuarto y que le provocó la pérdida de incisivos, fractura de once costillas, rotura del esternón y edema pulmonar y cerebral.