'Viajar aporta paz y tranquilidad al alma al huir de la rutina diaria'. Esta idea la persiguen año tras año millones de personas, sobre todo en estas fechas estivales. Sin embargo, los 188 pasajeros del vuelo FR2968, de Ryanair, que cubría la ruta Budapest-Gran Canaria vivieron un calvario en la tarde de este domingo, 22 de julio, cuando tuvieron que esperar alredor de cuatro horas en suelo húngaro para llegar a territorio canario sin equipajes.

Los turistas iniciaron el viaje como otro cualquiera, sin ningún tipo de percance. Embarcaron en el avión a la hora prevista. El vuelo tenía programada su salida del aeropuerto Internacional Liszt Ferenc de Budapest a las 13.30 (hora local) para llegar a las 17.55 horas (hora insular) a Gran Canaria. Unas 5 horas y 25 minutos de duración.

"Volvíamos a casa después de las vacaciones y todo comenzó como otro vuelo cualquiera", afirma Fernando, uno de los pasajeros del FR2968. "Ya dentro del avión nos informan que tenemos que esperar una media hora. Una vez pasado ese tiempo nos indicaron que bajásemos del avión", añade. La aerolínea de bajo coste había comunicado a los viajeros que había un exceso de peso y procedieron a la retirada de todas las maletas de la bodega.

No obstante, un grupo de pasajeros se opuso a volar sin su equipaje y se colocó delante de la aeronave para evitar que despagara. Esto provocó la intervención de la Policía Local de Budapest y el retraso del vuelo.

"Volvimos al aeropuerto y esperamos casi cuatro horas -unas tres horas y tres cuartos- antes de que el avión despagara", relata Fernando, que cuenta como la compañía comunicó a los pasajeros que deberían viajar a Gran Canaria sin el equipaje facturado.

La mayoría de turistas eran extranjeros. "Muchos húngaros que venían a Gran Canaria para comenzar sus vacaciones", informa Fernando. "Canarios en total éramos 15", añade.

Finalmente, unos 30 pasajeros se negaron a viajar sin sus maletas y se quedaron en tierra, mientras que 158 personas -152 adultos y seis niños- decidieron volar a Gran Canaria.

Muchos de ellos, como muestra la imagen, recogieron algunas pertenencias para sobrevivir en la Isla durante estos días antes de recuperar su equipaje.

"Llegamos a Gran Canaria poco antes de las 9 de la noche y nadie vino con su equipaje. Tan solo con el que llevábamos de mano", narra Fernando, tras reclamar la pérdida de su maleta.

Curiosamente, la semana anterior hubo otro problema similar en el mismo vuelo, en el que Ryanair responsabilizó del error al aeropuerto de Budapest porque las cintas de equipaje no funcionaban y por ello no pudieron realizar bien el pesaje, según informan medios húngaros, que aseguran que este contratiempo surgió porque el avión iba al límite de combustible y resultaba un peligro viajar con sobrepeso.

Este incidente se produce cuando faltan pocos días para la huelga de tripulantes de Ryanair, prevista para los próximos días 25 y 26 de julio, en España, Bélgica, Portugal e Italia y la compañía irlandesa ha tenido que anular cientos de vuelos ante la imposibilidad de cumplir sus planes de vuelo.