El Nissan Qashqai blanco utilizado en la huida de los agresores del sureste ha sido el protagonista de otros delitos acaecidos en el sur de Gran Canaria durante el mes de julio.

El automóvil fue robado el pasado día catorce. Su dueña le prestó ese mismo día el vehículo a su hijo para que fuese al supermercado. En el camino, bajó a sacar dinero, dejando el Qashqai en marcha. El grupo de agresores habría aprovechado este momento para sustraerle el coche, de igual manera que aprovecharon que el taxista sacaba dinero para atacarle y robarle.

El coche reaparece unos días después en una gasolinera de Arguineguín. En esta ocasión el conductor del vehículo pone 25 euros de gasolina en el tanque y se da a la fuga sin pagar el carburante. Este mismo coche aparece un día más tarde en San Agustín. Se le vincula con un robo a un comercio de esta zona turística en la que habrían sustraído alrededor de 500 euros en metálico.

Entre el robo del coche y el golpe en San Agustín sucede un hecho curioso. La dueña, al haber perdido su vehículo, se encontraba en un guagua Global con destino Las Palmas de Gran Canaria cuando giró la cabeza y se encontró de frente su coche. Al percatarse de que era su automóvil la mujer intenta que el chófer pare o que siga al vehículo robado, que se encontraba circulando por el barrio de Las Remudas.

Finalmente el vehículo quedó en el Castillo del Romeral al acertar una bala disparada por la Policía Nacional en una rueda y apearse los fugados para continuar la fuga a pie.