Luis Alvarado Alemán, más conocido con el apodo de el Bufo, se libra de la cárcel por ahora. Su abogado, Pedro Sánchez Vega, presentó un escrito ante el auto que ordenaba su ingreso en prisión en diez días después de su detención el pasado 30 de julio. El Juzgado de Instrucción número 6 de Las Palmas de Gran Canaria había establecido una pena de dos meses de cárcel por uno de los robos que este vecino del Sardina del Sur cometió, por lo que hasta que no se resuelva el recurso no se determinará si entrará en la cárcel.

El letrado de Alvarado Alemán apuntó que el joven, de 28 años, se encuentra actualmente en tratamiento para intentar abandonar el consumo de sustancias estupefacientes, a las que culpa de los numerosos hechos delictivos cometidos durante los últimos años para así tener sustento con los que poder adquirir la droga.

Y es que el Bufo ya ha estado varias veces en busca y captura por los robos y persecuciones cometidos en su mayoría en el Sureste. Ya en verano del año pasado protagonizó varias escapadas, que acabaron en dos ocasiones con su huida. A la tercera, los agentes de la Guardia Civil lo consiguieron arrestarlo después de un nuevo intento de fuga. Entonces, el juez ordenó su ingreso en la cárcel, donde permaneció hasta el 17 de febrero cuando volvió a recobrar la libertad.

Sólo unos días después se emitió una nueva orden de localización tras siete robos durante la misma noche en Vecindario. Entonces, nada se supo del bufo hasta el pasado mes de julio pese a que contaba con cinco requisitorias, dos de los juzgados de instrucción número 1 y 2 de San Bartolomé de Tirajana y otras tres de los juzgados de instrucción 3, 5 y 6 de Las Palmas de Gran Canaria. Al menos tres de estas órdenes se habían abierto por sendos robos con fuerza, dos de ellos en casas habitadas, y una por supuesto quebrantamiento de condena.

El pasado 30 de julio, los agentes de la Policía Nacional procedieron a su detención en una playa entre Pasito Blanco y El Pajar, donde estaba de acampada junto a su novia y sus padres. El juez le dio después diez días para personarse en la cárcel de forma voluntaria, orden que ahora ha quedado suspendida.