A pesar de que estuvo en coma y perder sus dos piernas, la vida de Javier Alonso es una historia de superación. Para este bombero de Gran Canaria -con 18 años de trabajo- la vuelta a casa de uno de sus múltiples servicios le cambiaría la vida. Inhaló humo que contenía una bacteria que se alojó en una cavidad del corazón. Ingresó con un coma del que sobrevivió milagrosamente. Al despertar, vio que había perdido las dos piernas.

"Tenía asumido que mi trabajo era mi riesgo, pero tener una situación que te lleva a este límite de crueldad, con coma y quitarte las piernas es diferente", recuerda.

Tuvo el corazón partido, literalmente. Le iban a quitar las dos manos pero pudo mantenerlas. "Esto es como un pájaro que le quiten las alas y te ves en una cárcel sin rejas. Tienes dos opciones: rendirte o tirar para adelante", apostilla Alonso que ha decidido luchar.

Hoy hace senderismo. El pasado 15 de junio subió con Álex Soto, de ADTrainer y que le ha ayudado en su recuperación, al Roque Nublo. Ambos decidieron grabar en forma de documental la hazaña para que sirva de ejemplo para miles de personas que se encuentran en situaciones similares.

"El estar aquí hoy es llenarme de vida. Estoy donde quiero", cuenta Alonso con orgullo desde el emblema natural de Gran Canaria.