Juana Ramos desapareció el 20 de agosto de 2016. Dos años después la Policía Nacional sigue sin tener indicios sobre su paradero a pesar de los episodios de rastreos que ha llevado a cabo durante todo este tiempo.

Hubo algo de esperanza en esclarecer detalles de lo sucedido cuando el pasado mes de abril se conoció la última novedad de este caso en forma de carta. La prueba caligráfica de la misiva confirmó que el manuscrito que se había encontrado de forma casual en casa de Juana Ramos, en el que alguien explicaba cómo se había deshecho de su alianza de matrimonio al tirarla con un peso en una cueva sumergida del norte de Gran Canaria, pertenecía a Miguel Ramos, el ex novio de Juana Ramos y el principal sospechoso de su desaparición.

Juana Ramos compartió su vida con Miguel Ramos durante 14 años y, tres meses después de la ruptura sentimental, ésta desapareció. Miguel Ramos llegó a ser detenido y enviado a prisión por un presunto delito de homicidio por parte de la juez que lleva el caso, pero finalmente la Audiencia Provincial lo puso en libertad al entender que no tiene antecedentes y que tampoco existía peligro de que se diese a la fuga ya que carecía de recursos económicos.

La nota

La nota hallada señalaba: "Te voy a decir lo que hice con mi alianza de casado. Cuando vi que aquello no funcionó me la quité, la amarré a un plomo grande y me fui de pesca submarina. Bajé unos cinco o seis metros y la metí en una cueva bajo el mar que yo sólo sé dónde está. Ahí se hundió mi matrimonio".

Miguel Ramos, quien se encuentra actualmente en libertad aunque con los cargos de homicidio y detención ilegal, negó en sede judicial haber sido el autor. En un primer momento, cuando fue preguntado por la misma, aseguró que podría ser suya; aunque con posterioridad, al conocer su contenido, declaró desconocer quién lo había escrito.

Al verse en un callejón sin salida, sin pruebas consistentes contra el principal sospechoso, La juez titular del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, María Auxiliadora Díaz, solicitó en ese mismo mes a la sección de homicidios y desaparecidos de la Comisaría General de la Policía Nacional en Madrid su participación en la búsqueda de la vecina de La Paterna. La intención es rastrear una cueva semisumergida situada en el norte de Gran Canaria adonde su expareja y principal sospechoso de su desaparición, Miguel Ángel Ramos, acudió varias veces tras lo ocurrido para pensar.

Un mes después, los miembros del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife rastrearon la ladera del barranco de Rosales en Firgas, donde finalmente sí encontraron restos humanos, pero no eran los de Juana Ramos. Los agentes hallaron más pruebas que ayudaron a identificar las piezas óseas, que pertenecían a un vecino de Arucas que desapareció en 2014.

La búsqueda

Sobre la localización de la cueva semisumergida, el investigado se negó a aportar dato alguno que pudiera proporcionar alguna pista. Sin embargo, los indicios apuntaron a que podría situarse en la costa norte de la Isla adonde se dirigió en varias ocasiones después de que tuviera lugar la desaparición.

La carta es la única prueba que por el momento ayuda a esclarecer la desaparición de Juana Ramos ya que "hace pensar que ha hecho desaparecer el cuerpo de su expareja de la misma manera que hizo con la alianza de su primer matrimonio", como señaló el auto.

Esta sería otra de tantas búsquedas realizadas desde que el mismo año que desapareció Juana Ramos se puso en marcha un amplio dispositivo, en el que llegaron a participar hasta sesenta miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil, para rastrear la costa norte ante la posibilidad de que su cuerpo se encontrase por esa zona pues el investigado aseguró que fue varias veces a pensar a la zona de El Guincho, próxima al albergue insular de perros. La búsqueda nunca dio resultado.

En el escarpado litoral de este tramo, que se encuentra dentro de las lindes municipales de Arucas, existen numerosos pozos y cuevas sumergidas donde cabe la posibilidad de que se halle el cadáver. En todo caso, la juez ya indicó en el auto que no puede dar ninguna verosimilitud a lo declarado por Miguel Ángel Ramos "ya que desde un primer momento ha faltado a la verdad en innumerables ocasiones"

Desde el 20 de agosto de 2016

Juana Ramos Medina, la vecina de La Paterna, en Las Palmas de Gran Canaria, desaparecida desde el día 20 de agosto, rompió su relación sentimental de 14 años con su novio Miguel Ramos tres meses antes del último día que fue vista con vida. Tras esa ruptura, su vida cambió. Recuperó la relación con su hijo, con el que no la tenía desde hacía 13 años. Hasta fue a su boda. Y buscó la forma de volver a tener amigas. Mandó varios mensajes de wasap a un grupo de mujeres, que conoció a través de Radio Las Palmas. Un día antes de desaparecer fue con ellas a bailar a la sala de fiestas Rumba Agüimes.