A plena luz del día y en el edificio donde una empresa de seguridad privada tiene su sede. Los ladrones actuaron ayer en un piso de la calle Obispo Rabadán, en el barrio de Arenales de Las Palmas de Gran Canaria, de cuyo interior se llevaron joyas, relojes, una tablet y 1.200 euros en metálico. La Policía Nacional ya investiga lo ocurrido para tratar de identificar a los autores.

Los hechos ocurrieron ayer en la primera planta del inmueble situado en la citada vía. Según los afectados, los individuos tuvieron que actuar entre las once de la mañana y las siete de la tarde. Estos consiguieron entrar por el portal y después forzaron la cerradura de la puerta que da acceso a la vivienda.

Las mismas fuentes apuntaron que apenas dejaron rastro de su presencia, pero que buscaron hasta conseguir el botín señalado. Antes o después lo intentaron en el otro domicilio de la misma planta, aunque, como reseñaron los afectados, no pudieron abrir la puerta debido a que la cerradura estaba instalada de tal manera con el marco que ralentiza su apertura.

Cuando los inquilinos llegaron a la vivienda comprobaron que la puerta había sido forzada, aunque desconocían si en el interior aún se encontraban los delincuentes. Por ello, llamaron a la Policía Nacional, que les indicó que entraran y realizaran fotografías de las habitaciones para añadirlas a la denuncia. Durante la mañana de hoy, los miembros del cuerpo de seguridad estatal se personaron en el edificio para tratar de buscar cualquier tipo de pista que ayude a identificar a los autores del robo.

El robo se produjo en el edificio donde una empresa de seguridad privada tiene su sede, que se encuentra en el piso situado debajo del afectado. Una de las quejas de los huéspedes es que en se deja la puerta abierta, lo que facilita la entrada de personas ajenas al inmueble.

Los inquilinos mostraron su temor por lo ocurrido ya que todo sucedió a plena luz del día, en una calle céntrica en la que hay bastante movimiento de personas y sin que nadie se percatara de nada. Y agregaron que después de lo sucedido no se encuentran seguros.