Ayer dije adiós a Enrique Núñez Doreste, un querido y entrañable amigo con el que compartí más de 20 años en el departamento de Relaciones Públicas e Institucionales, y Obra Social y Cultural de la inolvidable Caja Insular de Ahorros de Canarias.

Empleado modélico, con indudable atractivo personal, (medía 1,84 ), pulcro, educado, siempre impecablemente vestido, atento, servicial y muy competente en el desempeño de las distintas responsabilidades que tuvo, escalando por méritos propios posiciones en el escalafón de las categorías laborales establecidas, hasta conseguir ser jefe de cuarta, en la Caja un gran logro.

Al paso de los años su fisonomía se distinguiría por el blanco prematuro de su poblada cabellera, que dicho sea de paso le daba un aire de distinguido gentleman. ¡Cuántos recuerdos me vienen ahora a mi mente del querido amigo Quique Núñez! Por ejemplo su carácter jovial, alegre, repartiendo humor, inteligente, con amigos en todos los departamentos.

En el nuestro, es obligado traer a estos recuerdos los nombres de los que fuimos sus compañeros en sus últimos 20 años de trabajo, y que nos reunimos por última vez en 2012: Octavio Pulido, que nos dijo adiós hace pocos meses; Juan Antonio Martínez de la Fe, de mente privilegiada; Miguel Ferreras Concalvez, o la bondad personificada; Isabel Durán, la secretaria que todo lo sabía; Esther González Pérez, la más joven y muy apreciada; Alfredo Herrera Piqué, un intelectual con mayúsculas; y Antonio de Santa Ana Cárdenes, el eterno y siempre vivo Quilín, uno de los seres más queridos en toda la historia de la Caja, capaz de colmar de alegría los días de fiesta de la empresa, como cantante, guitarrista, y bailarín. Era único. Y para Quique Núñez eras algo más que un amigo, un hermano.

Quique tuvo otra virtud que hay que resaltar. Su profunda canariedad. ¡Cómo amaba a su tierra y cómo lo demostró en los 44 años que integró el histórico grupo Los Gofiones! Hace pocas fechas le felicité por su protagonismo con este popular grupo en el 40 aniversario de la final de Copa del Rey entre la UDLP y Barcelona en la que Quique compuso una canción dedicada a cada uno de los jugadores isleños, con enorme éxito. ¡Cuántas veladas nos regalaron Quique y Quilín en los días de fiesta de la Caja!,

Vaya asimismo un agradecimiento muy especial a uno de los fundadores de Los Gofiones, y al que Quique le debe su ingreso en el mítico grupo: Sergio García Beltrán, amigo de Quique y de quien les escribe y empleado de la Caja. Nuestro sentido pésame a su viuda, hijos y nietos. Su funeral tendrá lugar el próximo jueves, en la iglesia Corazón de María.

¡Hasta siempre querido amigo! Descansa en paz.