El pasado viernes, 12 de octubre, la escultura que ganó el concurso cultural denomidado Chicharritos, convocado a principios del año pasado, y que fue colocada en la Avenida de Anaga de Santa Cruz de Tenerife, desapareció. Cinco días después aparece en perfectas condiciones con una nota de disculpas.

El ladrón lo ha devuelto mostrando su arrepentimiento. Fue él mismo el que llamó al Cuerpo Nacional de Policía para indicar el lugar en el que lo había dejado depositado, pero sin desvelar su identidad. Los agentes se desplazaron hasta la zona señalada, la calle Celia Cruz, en Cabo Llanos, y allí encontraron al chicharro y una nota. En ella, el supuesto delincuente pide perdón y asegura haber actuado "bajo los efectos del alcohol".

"Buenas, soy el causante de todo esto. Pido disculpas enormemente ya que esto no lo hice siendo consciente de mis actos. Iba muy alcoholizado y cuando al día siguiente me percaté de lo que había hecho se me cayó el mundo encima. He estado estos días muy nervioso y no lo he entregado para que no supiera quien era y ganarme una mala reputación o perder mi empleo. Soy una persona normal que normalmente no se le pasan estas cosas por la cabeza. Una vez más pido perdón", explica el autor de la sutracción.

La escultura, de 2,30 metros de altura, no presenta ningún tipo de daño, según han señalado fuentes del Cuerpo Nacional de Policía. Aún así, y a pesar del arrepentimiento de este ciudadano, se abrirá una invenstigación al respecto para averiguar su identidad, "porque se ha cometido un delito leve y hay una denuncia presentada por el Ayuntamiento de Santa Cruz", indican dichas fuentes.

El Chicharrito reflejo, de Liseth Rodríguez, es la escultura que ganó el concurso cultural denomidado Chicharritos, convocado a principios del año pasado por el Consistorio chicharrero y por la Fundación Cepsa. Con este certamen se buscaba creadores de chicharros para decorar la ciudad. En total participaron 45 personas. La obra ganadora y otros dos finalistas se colocaron en la Avenida de Anaga.

"Por favor, devuelvan el Chicharrito". Estas fueron las palabras del concejal de Cultura de Santa Cruz de Tenerife, José Carlos Acha, del Partido Popular, tras conocer que había sido robada una de las tres esculturas de chicharros expuestas en la avenida de Anaga a raíz del concurso convocado a principios del año pasado por el Ayuntamiento y la Fundación Cepsa.

Con este certamen cultural, denominado Chicharritos, se buscaban creadores de chicharros para decorar la ciudad. En total, participaron 45 personas. Se eligieron ocho obras finalistas y, entre estas, a la ganadora, Chicharrito reflejo, de Liseth Rodríguez. Fue precisamente esta escultura la que robaron el pasado viernes, según informaba el edil de Cultura.

Una vez seleccionadas las ocho mejores propuestas, estas se convirtieron en grandes esculturas, de 2,30 metros de altura. La ganadora y las otras dos finalistas, Sueño de arco iris, de Raiber González Hechevarría, y Chicharro style, de Pablo Falcón Muñoz, fueron colocadas en la avenida de Anaga.

Maldad

Maldad

El concejal de Cultura anunció que el Ayuntamiento de Santa Cruz presentaría la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional, para que "se abra una investigación al respecto". "Es una obra que no se puede vender, por lo que no entiendo por qué se la han llevado. Sin duda, ha sido una acto de maldad. Sentimos tristeza, porque se trata de un símbolo de Santa Cruz, de todos nosotros", apuntó José Carlos Acha.

El edil del Partido Popular sospechaba que no había sido una única persona la que había cometido el acto vandálico. "Debe estar implicado un grupo de desaprensivos, porque no se trata de una escultura ligera, sino más bien lo contrario, sobre todo teniendo en cuenta que estaba cubierta de trozos de cristales. Han causado a la ciudad un enorme daño. Lo sucedido es lamentable", explicaba el responsable del área de Cultura.

José Carlos Acha aprovechó para solicitar a los responsables "de esta gamberrada" que "por favor, devuelvan el Chicharrito".

Liseth Rodríguez, autora de la escultura robada, lamentaba que se siguiese atentando contra las obras de arte en Santa Cruz y no pudo ocultar su tristeza ante lo ocurrido. "La pieza que yo elaboré llevó muchísimo trabajo. Durante casi un mes estuve cortando cristales a mano. Aún me cuesta creer que alguien se la haya llevado de allí, porque, además, la avenida de Anaga es un lugar transitado y parece ser que nadie vio nada. Contra la falta de civismo poco se puede hacer", manifestó la artista.

Aun así, Liseth Rodríguez, confiaba en que la obra volviera a aparecer. "Lo que ha ocurrido es una gamberrada y espero que los responsables se arrepientan y la entreguen", dijo.