Agentes de la Unidad de Protección y Acompañamiento Local (UPAL) de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria han detenido a un hombre de 39 años en el barrio de Los Giles por un delito de maltrato familiar hacia su pareja sentimental y su hijo menor de edad, por el cual ha sido condenado a prisión.

Los hechos sucedieron el pasado sábado a las 13:00 horas en el barrio de Los Giles de la capital grancanaria, cuando la Policía Local recibió una llamada en el 092 de un menor de 13 años que denunció haber sufrido una fuerte agresión por su padre y haber huido de casa junto a su madre.

Agentes de la Unidad de Protección y Acompañamiento (UPAL) de la Policía Local, especializados en la atención a casos de malostratos, acudieron a la casa de un familiar del menor donde se encontraba con su madre.

Allí se encontraron con el niño, que presentaba signos externos de agresión en el cuello y hombros, y con la madre, quien relató a los agentes que su pareja sentimental y padre de su hijo había llegado a casa en estado de embriaguez y tras una breve discusión había propinado una violenta agresión a su hijo de 13 años, teniendo que ser retenido por ella misma y habiendo huido posteriormente de casa junto al menor por sufrir amenazas de muerte.

La mujer, de 36 años de edad, informó a los policías que las agresiones hacia el menor se han producido en anteriores ocasiones y que ella ya había denunciado anteriormente las amenazas y abusos de carácter sexual que ha venido sufriendo, si bien había retirado finalmente la denuncia.

Ante tal situación, la Policía Local se dirigió al domicilio familiar donde se encontraba el presunto agresor, de 39 años y natural de Teror, procediendo a su detención por un delito de maltrato familiar y trasladando al mismo a dependencias policiales para ser puesto a disposición judicial.

Asimismo, la Policía Local prestó asistencia a ambas víctimas, acompañándoles a un Centro Sanitario y posteriormente a dependencias policiales para presentar la correspondiente denuncia.

En el juicio celebrado el pasado lunes en un Juzgado de Las Palmas de Gran Canaria, el agresor ha sido condenado a cumplir ocho meses de prisión, y a mantenerse dos años alejado de su pareja y un año alejado de su hijo.