La rapidez y la coordinación policial evitaron en la mañana de ayer que una mujer, que supuestamente había sido raptada por su expareja, le pasase algo grave en Tenerife, ya que la Guardia Civil temió encontrarse ante otro caso de violencia de género que hacía presagiar un fatal desenlace.

Los hechos se desarrollaron cuando la Central Operativa de Servicios (COS) de la Guardia Civil recibía una llamada de la Policía Nacional donde se alertaba de que una mujer había sido supuestamente secuestrada por su expareja en la localidad de Ravelo, en el municipio de Tacoronte.

De inmediato, el Instituto Armado comprobó que el maltratador tenía una orden de alejamiento de esta persona. Ante esta grave situación la Benemérita activó a todos los recursos disponibles que establecieron diversos controles a lo largo del norte de la Isla. Las unidades del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona), el Grupo Rural de Seguridad (GRS), la Agrupación de Tráfico y las distintas parejas de Rural fueron alertadas.

Desde el aire, el Cuco de la Guardia Civil rastreaba las principales pistas que partían desde Ravelo, puesto que se suponía que este individuo no había abandonado la vertiente norte de la Isla. Finalmente, una pareja de Rural que tenía establecido un control en la carretera TF-24, vía que conduce de La Esperanza a Las Cañadas del Teide detectó la presencia de un turismo sospechoso con un hombre y una mujer a bordo. Los guardias civiles lo interceptaron y pronto se percataron de que se trataba de la pareja que buscaban.

El varón quedó detenido, en tanto que la mujer, que no sufrió daños aunque si pasó una situación de angustia, interpuso una denuncia y todo en menos de una hora.