Los pasajeros del crucero Navigator of the Seas vivieron la pasada semana un viaje más que convulso. A un cambio en el itinerario al sufrir una vía de agua en el casco cuando navegaba por el golfo de Vizcaya, que hizo que tuvieran que pasar día y medio en Vigo a la espera de que se solucionara la avería; se unió la detención de uno de los turistas cuando el barco arribó al muelle de Santa Catalina del puerto de La Luz. Un ciudadano británico fue arrestado por la Policía Nacional después de que los agentes comprobaran que pesaba contra él una orden de búsqueda internacional dictada por las autoridades rumanas. El aprestado está acusado de un delito contra el orden público y otro contra la seguridad del estado para el país cárpato.

La detención se produjo el pasado 31 de octubre, día en que el buque Navigator of the Seas atracó en el citado dique de la capital grancanaria. Días atrás, los cruceristas ya habían visto cómo lo que iba a ser un viaje de placer se había torcido durante su camino al Archipiélago. El barco, que zarpó de la ciudad inglesa de Southampton el pasado 26 de octubre, había sufrido una vía de agua al día siguiente que dañó uno de los estabilizadores. Esto hizo que tuviera que modificar el viaje, parar un día y medio en Vigo para solucionar la avería, y continuar hacia las Islas con cerca de un día de retraso.

Entre las diferentes habitaciones había un ciudadano británico que contaba con una orden europea de detención para su extradición que había sido emitida por las autoridades rumanas. La alarma saltó cuando el crucero atracó en La Luz. Entonces, los agentes de la comisaría del Puerto verificaron la documentación de todos los turistas. Entre ellos se encontraba esta persona, que era acusada de presuntamente haber cometido delitos contra el orden público y la seguridad del estado de Rumania, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Canarias en un comunicado.

La Policía Nacional estableció entonces un dispositivo, en el que también participaron los funcionarios de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Las Palmas, para proceder a la búsqueda y detención del turista, que durante la escala del barco en la capital grancanaria no había salido del mismo.

La localización del ciudadano británico se prolongó durante varias horas al no estar en el interior de su habitación. Y que éste se había escondido en una de las zonas comunes al tener conocimiento de que los funcionarios policiales habían accedido a la embarcación para proceder a su arresto. El hombre buscado por la justicia rumana amenazó en un primer momento al personal de seguridad del Navigator of the Seas con cortarles el cuello, aunque después se entregó de manera voluntaria tras ser conminado por los agentes de la Policía Nacional, indicó la Jefatura. Una vez instruido el correspondiente atestado policial, el detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial competente.

Después de esta intervención policial en el interior del buque, los pasajeros de la naviera Royal Caribbean, que ya habían mostrado en las redes sociales sus quejas por la aventura que habían vivido durante los primeros días de la travesía, pusieron rumbo a Santa Cruz de Tenerife, aunque dejando atrás las escalas previstas en Arrecife y en Funchal (Madeira). La compañía, a cambio de todos los contratiempos, ofreció a los pasajeros un 25% del precio del billete en consumiciones a bordo y otro 25% de descuento en el billete de otro crucero próximo.