La lluvia de vasos y botellas, empujones y alguna patada, pilló tan por sorpresa a D. P. O, un ovetense de 25 años, como la rotunda negativa de una de las chicas con las que trataba de entablar conversación en medio de una noche de fiesta en un bar de Oviedo. Él acabó en el hospital, con cortes en la cara, magulladuras y, contó a sus cercanos, "seis grapas en la cabeza".

La versión de quienes pudieron ver lo que sucedió ocurrido durante la madrugada de ayer dice que el joven se había acercado a las chicas en un bar. Que las estaba molestando, que una le dio la espalda, pero acabó discutiendo con él, que otra se acercó y le tocó en la cara, una bofetada leve, un toque quizá en el flequillo, que la respuesta fue lanzarla hacia atrás, empujarla con fuerza con las dos manos y que después vino la marabunta contra él, un vaso de sidra por la cara, una botella de cerveza en la cabeza, los golpes. Un amigo de D. P. O. acudió al rescate, pero él se zafó y volvió a por venganza, lanzó una botella a las chicas.

Un grupo de amigos sacaron al tipo del bar. "Se puede decir que lo salvaron", dijo un testigo.