Cinco adolescentes y una mujer adulta murieron pasada la medianoche de ayer, hora canaria, en una avalancha en un concierto de rap en una discoteca de Corinaldo, cerca de Ancona, en la costa adriática italiana. Los jóvenes, tres chicas y dos chicos, tenían entre 14 y 16 años; la mujer, que iba con su hija, 39. El incidente dejó un centenar de heridos. Se teme por la vida de diez de ellos. Los investigadores sospechan que fueron vendidas unas 1.400 entradas, cuando la capidad del local es de 870 personas.

Se baraja que la avalancha se produjo después de que alguien dispersase una sustancia urticante, quizá gas pimienta. Los jóvenes huyeron pisándose unos a otros, en un local con exceso de aforo. Un portavoz de los Carabineros, Cristian Carrozza, explicó que no se ha podido aclarar "qué motivó la estampida". El portavoz añadió que "había tres salidas de socorro y una fue utilizada".

En el local, Lanterna Azzurra, situado en medio del campo, había un millar de personas para ver a Sfera Ebbasta, el rey del trap, un rapero muy popular. "Estábamos bailando esperando que empezara el concierto cuando sentimos un olor agrio", contó un joven de 16 años que resultó herido. "Corrimos hacia una de las salidas de emergencia, pero la encontramos bloqueada, los porteros nos dijeron que volviéramos a entrar". La masa se dirigió hacia un pequeño puente peatonal que da sobre el parking. La presión de los jóvenes provocó que decenas cayeran.

Mientras, la discoteca fue acordonada y hay abierta una investigación para intentar conocer qué es lo que pudo provocar esa estampida y si el local cumplía con las normativas. La estampida se produjo cuando se esperaba aún el inicio del concierto dentro del local y algunas personas que iban a entrar contaron que muchos de los jóvenes que salían tenían problemas respiratorios y tosían.

El suceso de Ancona trae el recuerdo de la otra gran tragedia de este que se registró en los últimos años, la avalancha del Madrid Arena en la noche de Halloween de 2012. También había un exceso de aforo en el recinto madrileño, aunque la razón de la estampida fue que cientos de jóvenes se colaron para ver el concierto de Steve Aoki. Aquella noche fallecieron cinco chicas, una de ellas, Katia Esteban, de origen gijonés.