El finlandés de 40 años, identificado como Arvo J., falleció por una reacción alérgica grave al ingerir marisco pese a que conocía que era intolerante a los crustáceos y a que el camarero del restaurante chino Hong Kong de la calle Luis Morote le advirtió de los alimentos que contenía lo que estaba comiendo.

La autopsia confirmó que el fallecimiento se debió a un shock anafiláctico producido por la ingesta de un producto del que la víctima era alérgico. Éste incluso preguntó a los camarero del negocio del contenido de los alimentos, según indicaron fuentes cercanas a la investigación.

El fallecido se encontraba con unos familiares la noche del pasado lunes cuando empezó a sentirse mal durante la cena. Por su propio pie llegó hasta la escalera de acceso al establecimiento hostelero, donde finalmente cayó desfallecido por la reacción alérgica, que le provocó un fallo multiorgánico.

Pese a que testigos y sanitarios llegados en varias ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC) trataron de reanimarlo, Arvo J. perdió la vida frente al local en el que pocos minutos antes estaba cenando. La Policía Nacional abrió una investigación.