Las actuaciones sobre la identidad del cadáver hallado flotando en el mar en Punta Brava, en Puerto de la Cruz, parece que se empantanan. Después de que la familia de la joven británica Amy Louise compartiese que se trata de ella y de que la Policía Nacional emitiese un comunicado apuntando que la muerte no había sido provocada "por acto violento", el Juzgado de Instrucción número 2 de Puerto de la Cruz mantiene el caso bajo secreto de sumario y por ahora no va a facilitar información sobre la posible identificación del mismo.

Este caso ha reabierto lagunas, fundamentalmente entre la prensa británica, que no acierta a comprender la discrepancia entre la familia, para quien no existe la menor duda de que el cadáver corresponde a esta joven y las autoridades españolas, que, desde que hace 14 días no haya emitido confirmación acerca de su identidad.