Todo listo para que entren en acción los mineros de la Brigada de Salvamento de Hunosa para rescatar a Julen, el niño que cayó a un pozo de 100 metros de Málaga el pasado domingo día 13, hace hoy doce días. A las nueve de la noche de ayer finalizó la colocación de los tubos del encamisado en el interior del pozo, cuyos últimos veinte metros tuvieron que volver a abrirse con mayor anchura debido a los salientes que había dejado la perforadora. Ayer, a primera hora de la tarde, se descubrió un nuevo saliente que obligó a recortar los tubos más bajos del encamisado de manera que pudiesen encajar en la base del pozo vertical y rematar el túnel de rescate. Los mineros estaban junto al pozo desde primera hora de la mañana, puesto que se esperaba que pudiesen entrar a abrir la galería horizontal al mediodía. De nuevo vieron frustradas sus expectativas.

La idea es que el avance minero se produzca esta madrugada o al amanecer de hoy, lo que dependerá de la conclusión de los trabajos previos. Una vez entubado el pozo, se debe preparar el terreno para sujetar los tubos y evitar que puedan verse afectados por un desprendimiento. Estaba previsto que esta nueva fase requiriese unas dos o tres horas y, a partir de ese momento, se activaría el acceso de la brigada minera al túnel, operación para la que contarán con el apoyo de los bomberos del Consorcio provincial de Málaga.

Dos mineros descenderán por el túnel -a través de una cesta o cápsula metálica de un metro de anchura y dos y medio de altura, construida expresamente por herreros de Alhaurín de la Torre para el rescate- con intención de practicar con medios manuales una galería de cuatro metros de longitud que conecte con el pozo donde se cree que está el pequeño. Transcurridos unos 30 o 35 minutos, estos dos primeros mineros serán relevados por otros dos mineros que seguirán picando y así sucesivamente hasta conseguir el objetivo.

Microvoladuras

En caso de que se topen con piedra de especial dureza podrían intervenir los especialistas en microvoladuras para agrietar la roca. Se trata del mismo explosivo que utilizan los artificieros de las fuerzas de seguridad para hacer reventar los artefactos explosivos. Los bomberos les prestarán apoyo logístico relacionado con la ventilación y la seguridad de la operación.

El trabajo que espera a los mineros es de extrema dureza. Tendrán que taladrar la pared manualmente, con piquetas y martillos neumáticos. El trabajo se hará inicialmente de rodillas y posteriormente, una vez se gane cada vez más espacio, tendrán que abrir vía echados. La galería tendrá una altura de un metro veinte y una anchura de un metro. El ambiente será irrespirable, por lo que necesitarán los respiradores y los autorrescatadores.

Para asegurar el techo y las paredes de la galería, los mineros utilizarán maderas que tendrán que cortar con hachas. Nada que no conozcan, puesto que se trata de personal muy experimentado. Finalmente, tras más de veinte horas de trabajo, cuando estén a punto de llegar al pozo donde se encuentra Julen, realizarán un sondeo para introducir una cámara en el interior y localizar al menor. Será entonces cuando entren en escena los especialistas en rescates de los Bomberos de Málaga, que serán los encargado de alcanzar al menor y sacarlo a la superficie.

Los mineros salieron a primera hora de la mañana de ayer del Hotel Rincón Sol, en la localidad de Rincón de la Victoria, con destino a Totalán, esperando iniciar su trabajo a mediodía, pero la espera se prolongó mucho más de lo previsto. Son momento de mucha tensión y concentración, para una operación que han repetido mil veces en sus cabezas.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, subrayó que se sigue trabajando para el rescate de Julen "con el anhelo de llegar lo más rápidamente posible". En una rueda de prensa en Lucena (Córdoba), el representante del Ejecutivo central en la región solicitó "tener conciencia de que el pozo mide aproximadamente lo mismo que la Giralda de Sevilla", por lo que ha habido "una caída bastante importante".

Al respecto, comentó que los trabajos continúan bajo "una situación extrema e inédita, porque no hay un precedente en el mundo que pueda servir de referencia", a lo que añadió "un tercer elemento" como es "la delicadeza suficiente para no dañar más al niño, más allá de los daños que se hubiera producido en la caída", indicó. Estas declaraciónes las realizó antes de que sobre las nueve horas de anoche los operarios acabaran el encamisado del pozo paralelo.