La última despedida al músico Miguel Estupiñán Díaz, de 54 años, fue muy especial el jueves en el cementerio de San Lázaro, en la capital grancanaria. Tanto el encuentro de sus seres queridos en el tanatorio de San Miguel, antes de la incineración, como durante el acompañamiento a sus cenizas al camposanto, fueron muy emotivos.

En el cementerio se colocaron numerosas coronas de flores, como también una guitarra forrada de flores que llevaron músicos de Canarias. Al tanatorio acudieron numerosos amigos, músicos y familiares, como también, entre otros, directivos procedentes de Madrid del Centro Espacial de canarias, donde trabajaba Estupiñán Díaz. "Fue una pena, sobretodo la forma tan absurda de que ha perdido la vida. Lo peor es que le pudo pasar a cualquiera", comentaron varios amigos.

Miguel Estupiñán falleció el martes, tras colisionar contra su vehículo el que conducía Evaristo P. M., en la carretera GC-500, en Pasito Blanco. El autor de este accidente, que huía de la guardia civil con cuatro kilos de droga sintética, ingresó en prisión el viernes por decisión del juzgado de Instrucción número 1 de San Bartolomé de Tirajana.