Una Estrasburgo lluviosa ha recibido la noticia de la muerte en Cork (Irlanda) de su artista más internacional, Jean Thomas Ungerer, conocido artísticamente en todo el mundo como Tomi Ungerer.

A lo largo de su carrera artística, Ungerer creó dibujos, pero también collages, juguetes, cuentos para niños ( Otto: Autobiografía de un osito de peluche, Los tres bandidos, El hombre luna o El ogro de Zeralda), pinturas eróticas para adultos y carteles.

Este ilustrador, que además de en la región de Alsacia vivió también en Estados Unidos, Canadá e Irlanda, fue autor de carteles reivindicativos contra el desarrollo de la guerra de Vietnam y la injusticia racial que hicieron que abandonara EE.UU. También volcó su arte en la realización de ilustraciones contra el nazismo, a favor de la política de desarme nuclear, de la integración europea y de las relaciones franco-alemanas.

En el año 1995 comenzó a trabajar para el Consejo de Europa, con el cartel de la Campaña contra el racismo, el antisemitismo, la xenofobia y la intolerancia de la organización paneuropea Todos diferentes, todos iguales. El mismo Consejo de Europa le designó unos años más tarde, en 2000, como su primer embajador para la infancia y la educación.

En el año 2007 se inauguró en la localidad de Estrasburgo el Museo Tomi Ungerer, con un fondo documental compuesto por más de 8.000 dibujos donados por el propio artista. Dos años después de su apertura, el Consejo de Europa lo eligió como uno de los diez mejores recintos museísticos de todo el continente.

La conservadora del museo, Thérèse Willer, afirmó que, con la muerte de Ungerer, "perdemos a un artista de gran envergadura cuya obra ha marcado el arte de nuestro tiempo, tanto por su talento como por su humanismo. Él encarnaba la libertad".