Agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil (SIGC) de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife detuvieron en La Laguna a un hombre identificado como E. M. C., de 30 años, nacido en Santa Cruz de Tenerife, como presunto autor de un delito de auto adoctrinamiento terrorista.

Al arrestado, al cual le constan antecedentes por violencia de género y que vivía en la calle Guatemala, en el barrio lagunero de Los Andenes; el Instituto Armado lo considera una persona que en los últimos meses ha sufrido un proceso de auto-radicalización y que tiene su origen en el consumo de gran material propagandístico violento, difundido por productoras mediáticas afines a grupos terroristas yihadistas, principalmente Al Qaeda y Daesh. E. M. C., animado por la visualización de estos contenidos, anunció a las personas de su entorno que algún día se haría famoso y que no temía las consecuencias que tales actuaciones le pudieran acarrear.

El detenido justificaba las acciones violentas de estos grupos basándose en la supuesta ocupación del territorio musulmán por los "infieles", recurriendo a distintos términos despectivos para referirse a aquellas personas de su entorno con las que mantenía algún tipo de diferencia y contras las que profería todo tipo de amenazas de muerte.

Además de la referida propaganda yihadista, el vecino de La Laguna, que tenía un perfil discreto al vestir de la manera occidental sin ningún rasgo físico de radicalidad, realizó numerosas búsquedas y visitas a páginas relacionadas con la fabricación de artefactos explosivos caseros, armas de fuego y cartuchería; conocimientos que llegó a poner en práctica en su propio domicilio confeccionando algún tipo de artefacto, de cuya efectividad él mismo estaba sorprendido.

Este hecho tal vez sea el principal motivo de su detención, ya que fuentes policiales especialistas en terrorismo yihadista apuntaban que "resulta extraño que un individuo radicalizado como el ahora detenido vaya anunciando a los cuatro vientos que pretende dar un golpe sonado. No es la forma de actuar de una persona que abraza la causa yihadista". Esta fuente añadió que "el arrestado no buscaba de la imagen prototípica de un fundamentalista islámico para pasar desapercibido".

La conjunción del carácter violento e irascible de E. M. C., su justificación de las acciones violentas basadas en supuestos preceptos religiosos, el hecho de considerarse víctima de una sentencia injusta, unido a su reciente interés por adquirir los conocimientos necesarios para fabricar artefactos explosivos caseros, llevaron a que los responsables de la investigación decidiesen actuar ante la amenaza que este individuo supone. Por ello, procedió a reventar el operativo que precipitó su arresto y puesta a disposición judicial, que lleva el Juzgado Central de Instrucción número 3 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Del análisis de los dispositivos empleados por E. M. C. que fueron recogidos en el transcurso del registro domiciliario, entre ellos aparatos para conectarse a internet y comunicarse con sus contactos, así como de otras evidencias que puedan encontrarse; permitirá a los investigadores analizar el proceso de radicalización sufrido por el mismo, así como los contenidos a los que había tenido acceso. El uso de las redes sociales e internet, en el marco de la estrategia propagandística de los grupos terroristas yihadistas, adquiere más importancia a medida que la derrota militar de Daesh en el escenario sirio-iraquí se hace más patente.

En este sentido, desde que el Gobierno elevara el nivel de Alerta Antiterrorista el pasado 26 de julio de 2015, la Guardia Civil ha potenciado todas las investigaciones relacionadas con este tipo de estructuras de propaganda, captación y financiación, especialmente en el ámbito del ciberespacio y con especial importancia en aquellas conexiones entre residentes en España y otras personas encuadradas en grupos terroristas en Siria e Irak.