Un incendio forestal que comenzó sobre las 18.30 horas de ayer, en la zona de San Antonio del Monte, en la zona de Los Vaqueros, en el municipio palmero de Garafía, obligó a las autoridades a desalojar el caserío de Roque Negro, así como la única gasolinera existente en la localidad ante el progresivo avance de las llamas que avanzaba sin control. Esta situación comenzó a tornarse favorable para el personal de extinción de incendios, ya que sobre la 22:00 horas comenzó a llover sobre la zona cero. El perímetro del incendio se logró reducir y la zona activa del mismo evoluciona "hacia zona quemada", lo que hace que la previsión sea favorable. Esto permitió que algunas de las familias desalojadas pudieran regresar a sus viviendas.Al cierre de esta edición el fuego ya estaba estabilizado, con previsión de controlarlo durante la madrugada con la llegada de un frente frío.

Las labores de extinción del fuego, que afectó a una zona de pinar y matorral y donde las llamas alcanzaron una gran virulencia debido al fuerte viento y a la falta de lluvias, tal y como se puede observar en las fotografías del diario palmero El Time, se volvían complicadas debido al fuerte viento reinante en el lugar. Durante el jueves el viento era de hasta 110 kilómetros por hora. A la hora de redactar esta información se estaba estableciendo el puesto de mando con el fin de coordinar los recursos existentes en el lugar, fundamentalmente Policía Local, Guardia Civil, que contaba con una quincena de efectivos de todos los puestos de la Isla Bonita, así como de la Agrupación de Tráfico, personal de Medio Ambiente, Protección Civil y Bomberos de La Palma. Estos últimos desplazaron tres autobombas de los parques de La Grama (Breña Alta), La Laguna (Los Llanos de Aridane) y San Andrés y Sauces, con un total de ocho agentes. Asimismo, se desplazaron numerosos voluntarios, miembros de Ayuda en Emergencias Anaga (AEA), Cruz Roja, Alfa Tango, trabajadores de Parques Nacionales, Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) y el Equipo de Intervención y Refuerzo contra Incendios Forestales (Eirif), personal de Tragsa y Gesplan.

El viento comenzó a soplar después de ponerse el sol y el humo invadía el lugar. En un momento determinado no había cubas suficientes para atender la emergencia. La última previsión era que a partir de las tres de la madrugada lloviera con fuerte intensidad. Como medida de precaución, la Guardia Civil cortó el tráfico en la LP-1, kilómetro 60 zona de Llano Negro.

El Centro Coordinador del Plan Insular de Emergencias (Cecopin) de la Consejería de Emergencias y Participación del Cabildo de La Palma comenzó a dirigir y desplegar un amplio dispositivo de emergencias. El Cabildo solicitó anoche al Gobierno de Canarias que realizara las gestiones oportunas para que la Unidad Militar de Emergencias (UME) se trasladase hasta la Isla para prestar apoyo en las tareas de la lucha contra el fuego. De hecho, anoche el personal del batallón de Los Rodeos estaba activado en el acuartelamiento con los vehículos para estos casos, mientras que la compañía Fred. Olsen esperaba con su buque Benchijigua Express en el muelle de Los Cristianos para su traslado hacia aquella Isla.

Incluso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envió a través de su cuenta de Twitter un mensaje de apoyo: "Mi solidaridad con los vecinos de Garafía que han tenido que ser desalojados de sus viviendas. Todo mi apoyo a los efectivos de emergencias que están activados ante este incendio forestal y a los voluntarios que están ayudando en una noche difícil".

La Palma se encontraba durante el día de ayer en situación de alerta por viento y por riesgo extremo de incendios forestales. En la zona de San Antonio del Monte se llegaron a registrar rachas de 70 kilómetros por hora. El presidente del Cabildo de La Palma, Anselmo Pestana, y la consejera de Emergencias y Participación Ciudadana, Carmen Brito, seguían la evolución del fuego desde la sala de operaciones del Cecopin. Otros consejeros de la Corporación y la directora insular de la Administración General del Estado en la Isla, Ana de León, también se encontraban en esta sala.

En un momento determinado se vivieron escenas de tensión ya que las llamas comenzaron a quemar una gran zona de masa forestal próxima a los núcleos habitados que hizo recordar a más de un palmero el trágico incendio que asoló a la Isla en agosto de 2016 y que provocó la muerte del agente forestal Francisco José Santana Álvarez, de 54 años, que tenía más de dos décadas de experiencia en el servicio de incendios forestales.

Aquel fuego, que comenzó a raíz de una fogata que un joven alemán hizo al prender un papel higiénico utilizado en su aseo personal, acabó por calcinar as 4.800 hectáreas, lo que supuso "el 6,8% de la superficie total de la isla", según la consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias, Nieves Lady Barreto. En concreto, fueron 4.863,99 hectáreas las que se vieron afectadas, de las que a El Paso correspondían 2.396,7 hectáreas, el municipio más afectado; seguido de Fuencaliente, con 1.621,22, de Villa de Mazo, con 816,71 y de Los Llanos de Aridane, con 29,36 hectáreas.