La inminente entrada en vigor del Brexit el próximo 29 de marzo coincide con un incremento del número de ciudadanos de países que no están integrados en la Unión Europea que utilizan el Archipiélago para intentar entrar en el Reino Unido e Irlanda, ambos países no schenge, de manera ilegal. La Policía Nacional ha interceptado durante el primer mes y medio de este año a más de una veintena de personas, una cifra que significa casi la mitad de los detenidos a lo largo de 2018 (51), según las notas de prensa hechas públicas por la Jefatura Superior de Policía de Canarias. Estos ciudadanos, principalmente albaneses aunque también iraníes, chinos y sirios, adquieren documentación falsa o robada de países pertenecientes a la Unión Europea o Taiwan para tratar de entrar en las islas británicas, donde suelen tener familiares o amigos residiendo.

En lo que llevamos de año, los agentes destinados en los puestos fronterizos de los aeropuertos de la provincia de Las Palmas han arrestado a 22 viajeros que trataron de volar hasta las islas británicas. Más de la mitad son de origen albanés, concretamente 15, quienes utilizaron el aeródromo de Fuerteventura para llegar a Dublín. La documentación que portaban era de diferentes países: Polonia, Grecia, Italia, Taiwan, Estonia y Eslovenia.

El caso más llamativo se dio a conocer a principios de este mes. Siete albaneses eran interceptados en el aeropuerto majorero cuando trataban de volar la capital irlandesa. En esa ocasión, cinco de ellos ya se encontraban embarcando cuando la policía se percató de que los documentos italianos, eslovenos y franceses que llevaban podrían estar falsificados. Los otros dos, que tenían pasaportes estonios, trataron de abandonar la terminal, pero fueron interceptados. Todos ellos tenían edades comprendidas entre los 20 y los 32 años.

Otra de las intervenciones policiales permitió arrestar a cuatro iraníes en Gran Canaria. Estos portaban tres pasaportes franceses robados y uno belga manipulado. Intentaban entrar en Londres, misma ciudad a la que pretendía llegar otra súbdita del país del Oriente Medio a principios de año. Su estado de nerviosismo alertó a los policías, quienes revisaron su documentación. Así, comprobaron que llevaba consigo una tarjeta de identidad y un pasaporte griego robado.

La jefa del Grupo IV de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales de la Brigada Provincial de Extranjería y Frontera de Las Palmas explica que la utilización de los aeropuertos canarios como última escala para entrar en las islas británicas responden al alto volumen de vuelos existente, como sucede con otros destinos de la costa levantina donde también se interceptan un alto número de pasaportes falsificados. "Pasan por las islas Canarias, al igual que otros aeropuertos, en el que hay mucha afluencia de tráfico aéreo con Reino Unido", apunta.

Pero el viaje comienza mucho antes, "meses atrás", tanto por vía terrestre como por vía aérea a través de diferentes escalas por Europa, adonde algunos entran con su pasaporte como si fuera turistas. Sin embargo, cuando tratan de introducirse a un espacio 'no schenge', por los que tienen que pasar otro control de fronteras, utilizan documentación falsa al carecer de visados.

En los últimos casos hechos públicos por la Jefatura Superior de Policía de Canarias se detecta un alto número de albaneses que llegan a la Isla como última vía antes de entrar a las islas británicas. La jefa del Grupo IV señala que esto se puede deber a que existe una amplia comunidad del país balcánico en el Reino Unido y tienen más opciones de afincarse. "Generalmente proceden de países en vías de desarrollo", declara; y agrega que estas personas pagan altas cantidades de dinero para poder entrar en Irlanda y Reino Unido de manera ilegal: "Pagan muchísimo dinero, una media aproximada de 10.000 euros si son trasladados con la documentación falsa" en el caso de ciudadanos procedentes de países como Siria o Irán.

La jefa de una de las unidades de extranjería de la Jefatura Superior de Policía de Canarias señala que existen casos en los que el objetivo de los ciudadanos con documentación falsa es entrar en esos países para solicitar asilo. Ocurrió el pasado año con una organización que se encargó de trasladar a un grupo de indios que, vía Canarias, intentó entrar en el Reino Unido. En este caso, la Policía Nacional consiguió interceptarlo con pasaportes reales que habían sido robados o denunciados como sustraídos. La idea de estos ciudadanos era entrar en el Reino Unido y una vez allí hacerse pasar por afganos para así poder solicitar asilo, como destaca la jefa del Grupo IV.

Lo mismo ocurre con inmigrantes iraníes de religión cristiana. Ya el pasado año, la Policía Nacional desarticuló en Málaga una red que se encargaba de introducirlos en la Unión Europea con pasaportes reales de miembros de un clan gitano, que incluso se caracterizaban el pelo o la barba como los de sus compradores para que así existiera mayor similitud con la fotografía y pudieran pasar con éxito los controles fronterizos, según informó Comisaría General Extranjería y Fronteras. El objetivo era llegar al Reino Unido, donde tenían familiares o amigos residiendo.