Un hombre, vecino de Arona (Tenerife), ha denunciado el accidente que sufrió cuando tenía entre sus manos un teléfono móvil, un Samsung A7, que de manera inexplicable comenzó a arder. "Lo tenía en mis manos y vi que echaba humo, cuando me empecé a quemar los dedos lo solté y fue cuando se prendió fuego", según relató su hija.

La indignación de esta familia es mayúscula tanto con la operadora de telefonía móvil, Jazztel, como con el fabricante del teléfono, la multinacional coreana Samsung. La víctima cambió a Jazztel el pasado 26 de febrero. "Desde entonces no tengo línea wifi en casa porque me dicen que hay un problema. La fibra óptica fue instalada pero no han vuelto. Con posterioridad me enviaron un teléfono nuevo unos días después y el miércoles pasado se me quemó", narró el afectado.

Asimismo, contó que "tras varias llamadas a Jazztel quejándome, el lunes me dijeron que tomara nota del teléfono del fabricante Samsung y que presentara yo mismo la reclamación. Finalmente, hemos tenido que presentar de forma oficial una reclamación. Me siento burlado por la compañía", sentenció con amargura.

El hombre no sufrió daños salvo unas pequeñas quemaduras en las yemas de los dedos y el consiguiente susto al ver cómo el aparato, nuevo, era pasto de las llamas. Esta persona se siente aún más dolido incluso por el trato recibido y por el escaso interés de los representantes de la operadora de telefonía.